U. G. Mauro / La Capital
"Creo que la televisión no es solamente cultura; es eso y también información y entretenimiento. Creo que hay programas que cubren perfectamente el aspecto cultural; yo me dedico a entretener, a que la gente la pase bien y que se entere de lo que pasa en el mundo del espectáculo", dijo a La Capital Susana Roccasalvo, la periodista y locutora que junto a Carlos Monti conduce el ciclo "Rumores" por la pantalla de Canal 9 de Buenos Aires. Roccasalvo consideró los prejuicios contra el periodismo dedicado a la farándula parten muchas veces de los propios colegas de otras ares de la información y se pronunció también a favor de cuidar las formas evitando las groserías. -¿En la televisión actual puede ocurrir que alguien literalmente te empuje para que salgas en cámara, sin experiencia previa, como hizo el productor Pepe Parada con vos en tus comienzos? -La televisión cambió mucho en los últimos 10 años. Había un léxico mucho más profesional y todo era más educado. Algo como lo que me ocurrió a mí era bastante extraño. -Entonces, ¿con qué televisión te quedás? -Mirando esta televisión yo me quedo con la de antes toda la vida. Yo me formé con esa TV desde mi casa, siendo una nena. Nunca escuché un exabrupto de un conductor. Todavía me acuerdo del escándalo que se armó porque en el programa radial de Cacho Fontana, el entonces ministro Francisco Manrique dijo "la puta madre", o algo así. -¿Vos no decís groserías al aire? -Puedo hablar así en cualquier parte, pero nunca en el transcurso de un programa. Hay tipos como Pergolini o Tinelli -aunque en realidad lo hacen todos los conductores- para los cuales es lo más normal. Pero yo me resisto a decir groserías al aire, mas allá de que cuando se apaga la cámara empiezo a decirlas. -¿Sos periodista o locutora? -Si es por los estudios, cursé las dos carreras en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (Iser). -Las escuelas de periodismo, locución, etcétera, ¿forman correctamente a los alumnos en lo relativo al trabajo cotidiano en los medios? -No estoy actualizada en lo referente a qué se enseña ahora en esos lugares, pero lo que te puedo decir es que cuando en el programa buscamos gente nueva, nos encontramos con que es muy difícil hallar chicos que sepan, aunque sea cosas básicas de cuestiones del espectáculo. No tienen opinión formada sobre nada porque no miran nada con detenimiento. -¿Por qué, entre los colegas periodistas, el periodismo de chimentos es mal visto? ¿Lo consideran un género menor? -Siempre recuerdo que en CVN, donde hacíamos el programa que hoy terminó siendo "Rumores", una mañana de repente pasamos a ser las grandes figuras del noticiero por que ese día se había suicidado Leonardo Simmons. Era lo único importante del día y todos los productores del noticiero y del canal nos andaban buscando porque Carlos Monti y yo éramos los únicos que teníamos la información necesaria. Esas críticas provienen generalmente de parte de la gente que trabaja con la noticia política o económica. -¿Y qué respondés cuando a los programas como "Rumores" se los critica diciendo que no aportan nada a la cultura del espectador? -Creo que la televisión no es solamente cultura; es eso y también información y entretenimiento. Creo que hay programas que cubren perfectamente el aspecto cultural; yo me dedico a entretener, a que la gente la pase bien y que se entere de lo que pasa en el mundo del espectáculo. -¿Cuánta gente trabaja en "Rumores"? -Somos alrededor de veinte personas. -¿Quiénes les cuentan los chismes? -Carlos (Monti) y yo manejamos el aspecto de los chismes. En eso, la producción no se mete aunque por supuesto algún chisme siempre les llega, pero las primicias propiamente dichas son de Carlos o mías. Nosotros tenemos informantes, que hablan solamente con nosotros. Pueden ser mozos de bares o colegas de otras áreas que ven algo y nos pasan el dato. -Si por alguna razón tuvieras que dejar de hacer este tipo de periodismo, ¿hacia dónde te inclinarías? -Es difícil contestar eso. La política -aunque me es necesaria como a cualquier persona con ideas democráticas-, no me gusta y de economía no entiendo nada. Creo que me encantaría hacer un programa con entrevistas profundas sentadita con el entrevistado. También me encantaría un programa de entretenimientos, por esa faceta de locutora que tengo dormida. -El incursionar en el mundo de la farándula, ¿los obliga a compartir la vida nocturna de los artistas? -No, para nada. Alguna vez como cronista debí pasarme noches haciendo guardias en los canales y recorriendo la noche, pero actualmente cuando voy a comer a algún lado trato de pasar inadvertida. También hay que aclarar que los actores antes salían mucho porque tenían trabajo o porque los restaurantes, por ejemplo, los invitaban a cenar, cosa que ya no hacen más porque la malaria es total. -¿Qué ocurre cuando el protagonista de un chimento que les llega es un compañero del canal? -En primer lugar, no informamos por una cuestión de ética entre compañeros, pero además el criterio general es el de cuidar a la gente del canal, salvo cuando el hecho es gracioso, anecdótico o positivo. Recientemente se nos generaban algunos problemas por ejemplo con el caso de Marcela Tinayre cuando detuvieron a su marido Gastaldi, porque su programa era de la misma productora que el nuestro, hasta que un día la misma productora nos liberó del compromiso y pudimos hablar, porque si no íbamos a pasar por idiotas.
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