Año CXXXV
 Nº 49.625
Rosario,
martes  08 de
octubre de 2002
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La autopsia indica que el cadete Cazanave no recibió ningún golpe
Se corroboró que el joven perdió 20 kilos durante los tres meses de instrucción

El cuerpo del cadete Segundo León Cazanave, por cuya muerte fue denunciado el Ejército argentino, no registra golpes ni contusiones que puedan ser atribuidas a malos tratos, coincidieron peritos médicos oficiales y particulares. No obstante, fueron corroborados dichos de la madre del joven, de 20 años de edad, en cuanto a su deterioro físico: medía 1,80 metro y pesaba sólo 63 kilogramos, 20 menos que tres meses antes, cuando había ingresado al establecimiento militar.
Asimismo, si bien el jefe del Ejército, general Ricardo Brinzoni, negó que el cadete haya sufrido hechos "ilícitos" o "vejámenes", reconoció que la investigación interna de la fuerza descubrió "actitudes no totalmente reglamentarias" y "faltas disciplinarias" protagonizadas por "aspirantes de segundo y tercer año que fueron sancionados".
La causa, en la que se investiga si hubo responsabilidad penal por supuestos tormentos seguidos de muerte, está a cargo del juez Eduardo Moumdjian, quien ordenó al Ejército que le remita un sumario interno sobre las circunstancias que rodearon el hecho.

Murió solo en su departamento
El cuerpo sin vida de Segundo León Cazanave fue hallado en un departamento que, en soledad, ocupaba en Federico Lacroze 4136, de esta capital. El hallazgo se produjo el 28 de mayo último, pero los expertos estimaron que el deceso pudo haberse producido tres o cuatro días antes.
Los estudios forenses, suscriptos por el director médico Osvaldo Curci, arrojaron el mismo resultado que los del perito "de parte", efectuados por el especialista Mariano Castex: el único golpe se detectó en la zona del cráneo, pero es ajeno a su paso por la Escuela de Suboficiales General Lemos, donde Cazanave se había anotado como aspirante. El golpe en la cabeza habría sido producto de una caída, mientras que como causa del fallecimiento se indicó "arritmia cardíaca". Un estudio radiológico arrojó como conclusión que no había lesiones internas ni hematomas, ni fracturas.
De las pericias también surge que Cazanave había experimentado pérdida de peso, ya que al momento de los estudios médicos tenía 63 kilogramos, con una talla de aproximandamente 1,80 metro.
La madre del joven, Silvia Graciela Pereyra de Cazanave, se presentó como querellante y pidió la indagatoria de Brinzoni, pero Moumdjian no se expidió sobre la solicitud, ya que primero espera que se defina la cuestión relacionada con la competencia. La mujer, viuda, pidió que el sumario pasara a la Justicia federal, porque aparece denunciado el Ejército, por lo que el magistrado pasó las actuaciones al fiscal del crimen Jorge Sacco, para que dictamine en qué fuero debe seguir tramitando el caso.
Patrocinada por los abogados Eduardo Barcesat y Mirta Mantarás, la madre de Cazanave también atribuyó responsabilidad al director de la Escuela de Suboficiales, coronel Ricardo Sarobe, y a los "oficiales y suboficiales a cargo de la Subunidad de Aspirantes de Primer Año".
La denunciante afirmó que el 20 de mayo de 2002 la víctima, que "no podía seguir soportando los tormentos físicos a que era sometido por sus superiores", pidió ser dado de baja y que al día siguiente se presentó en el Hospital Militar de Campo de Mayo "para cumplir con la revisación obligatoria" previa a su desvinculación.
La mujer sostuvo que su hijo no fue tratado por los médicos del lugar a pesar de las lesiones que registraba, por lo que criticó a quienes "urdieron y toleraron el barbarismo de las prácticas de tormento del cuerpo y alma, como los que disponen la ejecución de las vejaciones a conciencia del quiebre de salud y moral que habrán de producir".
Respecto de la denuncia de la familia de Cazanave, el general Brinzoni afirmó que en la investigación interna del episodio "no se encontraron vejámenes, no se descubrieron ese tipo de actitudes".
Para el jefe castrense, quien fue acusado por la madre del joven muerto por el delito de "tormentos seguidos de muerte" y para quien reclamó la pena de reclusión perpetua, "este tipo de denuncia no tiene ningún fundamento, ninguna lógica".

Los abusos, una historia antigua
En ese sentido, el jefe militar agregó que "las investigaciones realizadas no encuentran ningún hecho ilícito que permita suponer que esa denuncia tenga visos de realidad".
El jefe del Ejército aseguró que esos "episodios de abusos no se registran desde hace años" en la fuerza que lidera, y señaló que, en los casos en que se detectaron "algunas actitudes no totalmente reglamentarias" consideradas "faltas disciplinarias" en el caso Cazanave, éstas "fueron sancionadas con días de arresto para algunos aspirantes de segundo y tercer año". (Télam)



La madre de Segundo asegura que lo atormentaron.
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