Santa Fe. - El médico Raúl Musacchio, jefe del departamento de ginecología del Hospital Iturraspe, dijo que en Santa Fe "una de cada tres camas de las mujeres internadas en el área de maternidad están ocupadas por pacientes que observan secuelas de abortos mal realizados", y admitió la "existencia de un importante número de chicas de 13 o 14 años que consultan en los hospitales públicos por su segundo o tercer embarazo".
Las declaraciones de Musacchio tienen que ver con manifestaciones efectuadas por la edila socialista Marta Fassino, quien hizo explotar el polémico tema en el recinto del Concejo, como ocurrió días atrás en Rosario. Este sería el anticipo de un debate que evidentemente la sociedad ya no puede eludir y que aparentemente quedará planteado en el Congreso de la Nación en los próximos días.
El médico consideró "saludable el debate sobre la despenalización del aborto", pero aclaró que, si bien ellos no quieren llegar a esta instancia, sí pretenden "evitar el embarazo no deseado que lleva a la mujer a tomar la tremenda decisión de interrumpirlo". Recordó en ese sentido que para esto se cuenta con la herramienta de la ley de salud reproductiva, pero como no está reglamentada "no se pueden adquirir pastillas anticonceptivas, preservativos u otros métodos ya que no existen recursos", precisó.
Fassino planteó el tema al rendir homenaje al Día Internacional por la Despenalización del Aborto. Afirmó que esta reforma sustancial significaría "evitar muertes de adolescentes que se lo realizan en forma clandestina o defectuosa", y agregó que si bien se trata de un tema tabú "es necesario abrir el debate y que todos los sectores opinen para evitar muertes innecesarias".
La edila citó cifras del Indec en donde se admite que en las mujeres de entre 15 y 19 años el aborto es la primera causa de muerte, "lo que demuestra que tener penalizado el aborto no soluciona el problema sino que obliga a su práctica clandestina". En este sentido, precisó que lo único que podría evitar los abortos es la efectividad de los programas de prevención que en la provincia y en la ciudad de Santa Fe "lamentablemente no están en marcha".
El jefe del departamento de ginecología informó que los costos que le significan a un hospital público la realización de una cura en una mujer con un aborto séptico, con compromiso en su salud, es del orden de los 25 mil o 30 mil pesos, especificando que una sola de estas pacientes alcanzaría para pagar los costos de las drogas oncológicas para todo un mes.
Hace algo más de un año la Legislatura provincial aprobó, tras vencer la dura resistencia del ex arzobispado capitalino, una norma de salud reproductiva tendiente a la prevención y educación que impida precisamente la adopción de esta instancia final tan peligrosa para la vida de la mujer, pero aún no se resolvió su reglamentación.
"¿Qué estamos haciendo al intentar la despenalización?", preguntó Fassino, y respondió: "Así se va a disminuir el número de muertes de mujeres que se someten a abortos clandestinos, en los ranchos, en manos de una comadrona o que se hacen autoabortos con métodos de brujas usando agujas de tejer y así llegan a los hospitales con un estado de infección generalizada o terminan estériles de por vida".
Opinión de Blanchoud
Del debate en Santa Fe tampoco estuvo ausente el flamante administrador apostólico del Arzobispado, monseñor Moisés Blanchoud, quien sostuvo que "la Iglesia se opone a toda actitud que atente contra el derecho sagrado a la vida y en este caso al aborto y las prácticas anticonceptivas porque agreden a las personas".
"El dueño de la vida es Dios, nosotros somos administradores de un don que nos da cuando nos llama a la vida y nos lo retira cuando nos llama a la muerte", agregando que "toda vida humana es una persona y las personas tienen derechos que son sagrados".
Por su parte, la concejala Susana Campoli se mostró dura en la respuesta a las afirmaciones de Fassino en el Concejo al sostener: "No puede ser, hace unos días defendimos a los animales de un circo, las plantas o el arbolado público, y ahora no podemos estar pensando en tirar a los chicos a la basura". Opinó que con el aborto no se respeta la vida, aunque agregó que creía en la necesidad de guiar a los jóvenes y educarlos en el amor y la familia.
Finalmente, el radical Martín Alvarez fijó su posición a partir del sistema jurídico vigente, que considera "como persona desde el mismo momento de la concepción, es decir, ya desde el seno materno". Manifestó su coincidencia con esa forma de pensar y de ver las cosas, y agregó que la única manera de violar ese derecho es la que está prevista en el Código Penal, que especifica casos de riesgo para la madre, la situación de una mujer violada o los casos de una malformación congénita.