El nacimiento de las primeras tres terneras clonadas y transgénicas, es decir que llevan en sus células el gen de la hormona del crecimiento humano, fue anunciado ayer, en el marco de un proyecto para la producción de la mencionada hormona tendiente a obtener medicamentos que serán aplicados en humanos.
Se trata de las tres "hermanas" de Pampa -la primera ternera clonada nacida en la Argentina el 6 de agosto último- bautizadas Pampa Clara, Pampa Dulce y Pampa Mansa, y nacidas los días 10, 13 y 24 de septiembre pasado.
"Las terneras están en excelente estado. Este es el segundo paso de este proyecto que ya lleva más de seis años", comentó Marcelo Criscuolo, director ejecutivo del laboratorio Bio Sidus.
Los alumbramientos se produjeron en las mismas condiciones de máximo control y seguridad en la que nació Pampa, en un "quirófano que cuenta con tecnología de punta", ubicado en un campo de la provincia de Buenos Aires, cuya ubicación no fue dada a conocer por cuestiones de seguridad. Este logro alcanzado por el equipo de científicos del laboratorio, que comprende a unas 50 personas, entre veterinarios, biólogos moleculares, bioquímicos y neonatólogos, todos argentinos, además del personal que trabaja en tareas rurales, ubicó a la Argentina en el selecto grupo de países, cinco o seis, que desarrolla esta actividad científica y tecnológica.
Para abaratar medicamentos
Los científicos esperan obtener, a partir de la leche que produzcan estos vacunos transgénicos, la hormona del crecimiento humana o somatotropina (hGH) en forma más económica. Esta hormona "se suministra en forma inyectable y no por vía oral, por lo cual la leche que la contiene no será la forma farmacéutica que finalmente le llegará al paciente", explicó Criscuolo. De la leche que produzcan estas vacas "tomaremos la hormona del crecimiento que buscamos, luego de someter la leche a un proceso de purificación y decantación que no es muy complejo, y que se simplifica justamente porque, del elemento que hay que extraerla, es un elemento líquido".
"La proteína debe ser aislada de la leche y purificada hasta su completa homogeneidad (estado puro), para luego elaborar con ella un medicamento inyectable", puntualizó el científico.
"Volvimos a elegir vacunos de raza Jersey debido a que se trata de animales productores de leche, como los de la raza Holando-Argentina, pero de un tamaño menor que estos", dijo el doctor Carlos Melo, gerente de desarrollo del laboratorio.
Las terneras, tanto durante su gestación como en el momento de nacer, fueron cuidadas "con la misma intensidad que Pampa, para prevenir cualquier tipo de complicaciones".
"Los clones al nacer -precisó Melo- pueden llegar a tener pesos sobredimensionados, como el caso de Pampa, que pesó 37 kilogramos, cuando por lo común los teneros Jersey pesan alrededor de 20".
En el caso de las tres terneras transgénicas, los pesos fueron variados: Pampa Clara pesó 19 kilogramos; Pampa Dulce, 25, y Pampa Mansa, 33. Además, el 16 de septiembre pasado nació una cuarta ternera clonada, aunque no transgénica, bautizada Pampa Linda, que pesó 34 kilogramos y se encuentra muy bien.
Para la creación de estas terneras clonadas y transgénicas, los especialistas tomaron "células fetales del mismo bovino del que nació Pampa. Las células fueron cultivadas, y luego se aislaron los fibroblastos, a los que después se les incluyó el gen de la hormona del crecimiento humana". (Télam)