Un muchacho de 19 años denunció en una comisaría rosarina que fue agredido con brutalidad por dos rugbiers de Gimnasia y Esgrima en la puerta de un boliche del barrio de Pichincha. El caso registra un antecedente cercano. El 12 de julio pasado, un jugador de ese deporte tomó del cuello a un joven y lo arrojó al suelo, en las escalinatas de un bar. El muchacho sufrió heridas graves, que le desfiguraron el rostro. El agresor fue procesado por lesiones graves por una jueza de instrucción.
El suceso ocurrió el domingo 29 de septiembre, pero recién el joven realizó la presentación del caso el viernes pasado en la seccional 7ª. Lisandro Malamud les relató a los policías de la comisaría de Cafferata al 300 que ese día fue con un amigos a la discoteca New 21 de Rodríguez y Rivadavia.
Al parecer, en el interior de la confitería, dos grupos de jóvenes habrían protagonizado una pelea, que luego continuó en la puerta del boliche. Allí estaba Lisandro, según contó una fuente policial, cuando unos amigos se acercaron para decirle que unos compañeros del boliche "estaban peleando con una barra de muchachos sobre la calle Rivadavia".
De acuerdo con el relato del vocero consultado, apenas el chico llegó para auxiliar a sus amigos fue golpeado con ferocidad por dos rugbiers del club Gimnasia y Esgrima. El ataque fue tan tremendo que Lisandro sufrió "la fractura y el desplazamiento del tabique nasal". Las trompadas que recibió también "le provocaron la rotura del labio y el frenillo y lesiones en distintas partes del cuerpo".
Según indicaron allegados al muchacho, los puñetes que le asestaron los jugadores de rugby del club del parque Independencia fueron tan violentos que, hasta ayer, tenía dificultades para hablar.
Otro caso
En la madrugada del 12 de julio pasado, Gabriel Polidoro estaba en el bar La Misión del Marinero cuando se registró una pelea protagonizada por varios muchachos, todos ellos rugbiers de distintos clubes de la ciudad, aunque Polidoro no pertenecía a ninguna de esas entidades.
En medio de la gresca, el joven procesado, Pablo Cáceres, quiso sacar a a Polidoro del local por la fuerza. Según contaron cuatro testigos, lo tomó del cuello y lo tiró al suelo. El chico golpeó su rostro violentamente contra el piso y no pudo poner las manos para amortiguar la caída. Las heridas que sufrió fueron tan graves que le desfiguraron la cara.
Por este episodio, Cáceres fue procesado por lesiones graves por la jueza Carina Lurati.
La Ciudad
