El finlandés Marcus Gronholm y su equipo, Peugeot, se proclamaron ayer anticipadamente campeones mundiales de rally gracias a dos abandonos en el rally de Nueva Zelanda, que finaliza hoy. Gronholm se adjudicó matemáticamente su segunda corona mundial de pilotos gracias a la retirada por accidente del británico Richard Burns. El campeón mundial de 2001, también con Peugeot, era el único que podía evitar que Gronholm sumase el título de 2002 al que ya conquistó en 2000. El otro piloto en contienda por el mundial, el escocés Colin McRae, ya perdió todas sus opciones el viernes con su accidente. Por su parte, Peugeot se vio beneficiado por el abandono del estonio Markko Martin, que deja al español Carlos Sainz como el único que podría sumar puntos para Ford, insuficientes en cualquier caso para arrebatar el título de constructores a la marca francesa. La jornada fue redonda para Gronholm, que recuperó con holgura los 20 segundos que le llevaba su compatriota Harri Rovanpera (también con Peugeot 206) y el abandono de Burns, líder al término de la primera jornada. Por su parte, el cordobés Marcos Ligato, con Mitsubishi Lancer, continúa en el quinto lugar de la clase N4 o de Producción. Ligato está decimonoveno en la clasificación general y quinto en su clase, a 19m 32s 5/10 del finés Gronholm. Los títulos se celebraron con gran entusiasmo en el equipo Peugeot. "Estoy realmente contento y aliviado", reconoció Gronholm. "En el fondo pensaba que podía conseguirlo aquí, pero no tan pronto. Ahora puedo conducir hasta el final del rally sin presión", agregó. La clasificación del rally tras dos etapas es la siguiente: 1) Marcus Gronholm-Timo Rautiainen, Peugeot 206 WRC, 3h 08m 11s 1/10; 2º) Harri Rovanpera-Voitto Silander, Peugeot 206 WRC, 3h 09m 06s 4/10; 3º) Petter Solberg-Philip Mills, Subaru Impreza WRC, 3h 10m 27s 1/10; 4º) Tommi Makinen-Kaj Lindstrom, Subaru Impreza WRC, 3h 11m 30s 9/10 y 5º) Carlos Sainz-Luis Moya, Ford Focus WRC, 3h 12m 18s 7/10. (DPA)
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