Robo y mensaje irónico en el Paseo del Siglo

Se llevaron $6 mil de un solarium. Como chiste, dejaron el candado en la manija de la caja fuerte

El candado que aseguraba la puerta de calle apareció prolijamente colgado en el picaporte de la caja fuerte. Tal vez lo dejaron como burlándose de las medidas de seguridad del local. Lo cierto es todo estaba en orden dentro del centro de bronceado Silver Solarium, de España 754, salvo por el detalle de que habían desaparecido 6 mil pesos, una reproductora de CD, una computadora completa, una impresora y un equipo de comunicación, además del dispositivo electrónico que ponía en marcha el conjunto de camas solares. Una de las hipótesis sobre la que trabaja la policía está centrada en el "robo por entrega", ya que la caja de seguridad estaba empotrada en la pared escondida detrás de una cortina.
El atraco se produjo durante la madrugada de ayer. Silver Solarium es una cadena de camas solares con sede en Capital Federal y con sucursales en varias ciudades del interior del país, entre las cuales se encuentra la ubicada a escasos metros del Paseo del Siglo.
La actividad en ese centro de belleza había sido normal hasta el martes a la noche. Según la denuncia que radicó María Fernanda Lavado, la encargada del negocio, en la seccional 2ª, el local quedó cerrado alrededor de las 0.30.
Lavado regresó a la mañana siguiente, poco después de las 8, y se encontró con la sorpresa. El o los delincuentes ingresaron al local luego de destrabar un candado de grandes dimensiones, presuntamente con la utilización de un destornillador de 40 centímetros, que aseguraba el único ingreso que tiene el inmueble por España. Al encontrarse con la puerta de calle abierta, la empleada pensó en un momento que se encontraría con el encargado que realiza el mantenimiento de las camas solares.
Pero enseguida llegó la sorpresa: habían desaparecido una computadora completa marca Pentiun, una impresora Epson, una reproductora Philips, un handy Nextel y el aparato de encendido todas las camas solares del instituto. La mayor decepción para Fernanda fue descubrir que también se habían apoderado de 6 mil pesos en efectivo celosamente guardados en la caja fuerte del negocio.
El cofre de acero estaba empotrado en una de las paredes, en un lugar para nada visible para un extraño. Según fuentes policiales, la caja estaba escondida tras un cortinado. Los intrusos habrían utilizado un destornillador de 40 centímetros, que luego fue secuestrado en el lugar, para forzar la cerradura de la caja. Antes de retirarse, dejaron como una burla el candado de la puerta colocado sobre la manija de la caja fuerte.
Fuentes de la investigación estimaron que el escruche, como se denomina en la jerga policial a este tipo de delitos, podría tratarse de un "robo por entrega" en el que pudieron actuar más de dos personas con un vehículo de apoyo. "Es evidente que sabían donde estaba la caja fuerte, porque la misma no está a la vista. Ahora buscamos testigos porque seguramente se registraron movimientos en la puerta del local", comentó un oficial de la 2ª.

El lugar asaltado resultó ser mucho menos que seguro. (Foto: Gustavo de los Ríos)