Perpetua para el asesino de un vigilador

La madrugada del 16 de enero de 2001 Miguel Angel Garcilazo cumplía sus tareas de vigilador en avenida del Rosario al 100 bis. Mientras dialogaba con un vecino, vio que tres muchachos llevaban sobre sus cabezas dos sillas de caño que habían robado de una vivienda de la zona. Tras darles la voz de alto, uno de los ladrones se le abalanzó. A pesar de que el custodio se defendió con un baritón, recibió una puñalada mortal. Ahora, el homicida fue condenado a prisión perpetua y sus cómplices a 3 años y 3 meses de prisión.
El fallo fue dictado por el juez de Sentencia número 5, Ernesto Genesio, secretaría de Ernesto Eiris. El magistrado halló culpable del crimen a Ramón Alberto Monzón, de 23 años; y autores de hurto calificado a Cristian Gustavo Cáceres, de 25 años, y Marcelo Gastón Márquez, de 21.
De acuerdo a la sentencia, el día del hecho Garcilazo conversaba con un vecino cuando vio a los tres muchachos con el botín a cuestas. Posteriormente, un testigo reconoció en rueda de presos a Márquez como el que llevaba una de las sillas robadas y otro vecino hizo lo mismo con Cáceres, además de identificar en un álbum fotográfico a Monzón como el autor material del crimen.
"De ambos reconocimientos se infiere la conducta de que el que se trabó en lucha con Garcilazo no es otro que Monzón y fue evidente que fue él quien le clavó el cuchillo en el cuerpo provocándole una herida que acabo con su vida", dice el juez en su escrito.
El accionar del ladrón, para Genesio, "pretendió asegurar el resultado del delito de hurto" que había consumado. Y por ello la severidad de la condena impuesta.
En tanto, para los cómplices del homicida, el magistrado entendió que "miraban lo ocurrido y obviamente que no quisieron cooperar con el autor en el homicidio" y argumentó que "la sola presencia (de Márquez y Cáceres) no es suficiente para tenerlos como partícipes del hecho", por lo que además de condenarlos por el hurto los absolvió del delito de robo seguido de muerte por el cual oportunamente los habían procesado.