Año CXXXV
 Nº 49.620
Rosario,
jueves  03 de
octubre de 2002
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cartas
Que vengan los de afuera

Está de moda por estos tiempos el "que se vayan todos", aludiendo a los funcionarios de turno, porque hemos sido defraudados por la mayoría en estos últimos 20 años. La pregunta es: en su lugar, ¿quiénes? ¿Hay ciudadanos capaces de cumplir con sus deberes con toda honestidad? Sin ánimo de generalizar, creo que nos quedaríamos cortos. Entonces, ¿habrá que importar? Estas conclusiones me surgen de la observación diaria del comportamiento de la gente común, que deja mucho que desear como ciudadano. No es necesario abundar en infracciones de tránsito, de respeto a horarios y lugar para sacar la basura, de la higiene de calles, parques, etcétera. En general, del cumplimiento de las normas que permitan vivir civilizadamente. Experiencias se viven a diario: comercios que venden artículos nuevos o usados, exponiendo su mercadería en aceras y canteros centrales de bulevares (ejemplo bulevar Seguí) y, en algunos casos, se toman la libertad de colocar balizas en la calzada, impidiendo el normal tránsito peatonal y vehicular y afeando la geografía. En otros casos, vecinos desaprensivos dejan en la calle basuras voluminosas para que algún indigente, por míseros pesos, les limpie el lugar y arroje las mismas en zonas cercanas donde otros vecinos deberán soportar la mugre. ¿Acaso no sabe la ciudadanía que las empresas de recolección tienen un servicio a tal fin, en días y horarios establecidos por zonas? Pero vaya a recriminar esta actitud. Seguramente recibirá una respuesta inocente: "no sabía", "no estaba enterado", pero en su interior tienen formada conciencia de que "se embrome el otro" y con seguridad lo seguirán haciendo. Habitantes de la ciudad: no escondamos la suciedad debajo de la alfombra, no pregonemos a viva voz "que se vayan todos", sintiéndonos con derechos y no con deberes. Señor lector, saque sus conclusiones. Después de que se vayan todos...¿a quiénes votamos? Si no modificamos nuestra conducta ¿tendremos que importar?
Elida Acerbi


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