Fernando Toloza / La Capital
"Noches blancas" llega hoy al Village de Rosario con grandes chances de convertirse en la película del mes. Desembarca con un suceso de taquilla en Buenos Aires, un papel prometedor para Robin Williams, que mostrará una nueva faz en su carrera, la solvencia de Al Pacino y la dirección de Christopher Nolan, un joven realizador que renovó los códigos del thriller con la elogiada "Memento". Como si eso fuese poco, el filme transcurre en un paisaje poco explotado por el cine: Alaska. La nueva película de Christopher Nolan se basa en el filme noruego "Insomnia", de 1997, e incluso conservó ese nombre pero para la Argentina llega como "Noches blancas", un título que remite más a Fedor Dostoievski que a un thriller norteamericano. La historia es la misma, sólo cambia la ubicación geográfica, ya que en vez de transcurrir en el norte de Europa se desarrolla en Alaska, pero en condiciones climáticas semejantes, especialmente con el fenómeno del sol de medianoche, que es capaz de alterar por completo el ritmo de vida de una persona. El filme comienza cuando Will Dormer (Al Pacino) y Hap (Martin Donovan), dos policías de Los Angeles, viajan a Alaska para investigar el cruel asesinato de una chica de 17 años. El principal sospechoso es Walter Finch, un novelista interpretado por Robin Williams, en uno de sus primeros roles como villanos en el cine. Finch escapa de los policías y se interna en una zona de nieblas. En la persecución el oficial Hap muere por un disparo, y Finch escapa. Dormer siente que es culpable por la muerte de su compañero y se empeña más en el caso, pero sus posibilidades están disminuidas, ya que el sol de medianoche le impide dormir y deambula por el pueblo donde se desarrolla la acción casi sin sentido, aunque ayudado por una joven policía local interpretada por Hilary Swank. El novelista aficionado a la literatura policial y probable asesino es un hombre brillante, que se aprovecha de la flaqueza de Dormer para ponerlo en jaque y tratar de sacarlo del juego mediante ardides psicológicos. El corazón de la película, según se anticipa, es la relación entre el policía y el asesino. Además de un villano sutil, Dormer se tiene que enfrentar con un medio ambiente quele resulta hostil. "Will Dormer llega a este pueblo del norte de Alaska durante el sol de medianoche, cuando literalmente el sol no se oculta durante las 24 horas del día", explicó el director Christopher Nolan. "Al igual que a una gran cantidad de gente que viaja a esta región, el reloj corporal de Dormer le juega una mala pasada y no puede dormir normalmente. A medida que se desarrolla la historia, se enfrenta progresivamente a una presión psicológica intensa que surge de su imposibilidad de dormir, y esto comienza a debilitar su fuerza de decisión. Su insomnio es una consecuencia física de la lucha psicológica que va adquiriendo mayor significado a medida que progresa la historia", agregó. Robin Williams hizo su carrera en base a papeles de comedia, desde su debut en televisión con "Mork y Mindy", donde interpretaba a simpático extraterrestre, hasta "Popeye" y "Papá por siempre" en el cine. En algunos filmes intentó un perfil dramático como "En la sociedad de los poetas muertos", pero hasta ahora no había probado el sabor de la crueldad. Y al parecer el cambió le sentó, ya que además de "Noches blancas" también rodó como villano "Retrato de una obsesión", donde es el perverso y reprimido empleado de un laboratorio fotográfico. "Es apasionante interpretar a un hombre tan despreciable, que te incita a explorar las zonas más oscuras de tu personalidad, la seducción del mal o su trivialidad", dijo el actor sobre su papel en "Noches blancas". El golpe de timón en su carrera despertó algunas inquietudes en la prensa y en los estudios, donde se temía que el taquillero actor se hundiese en un terreno cenagoso donde los dólares se convirtiesen en un puñado de barro, pero los números hasta ahora dicen lo contrario y el actor les puso humor a las dudas: "La ventaja de interpretar personajes turbios es que el público te pide menos autógrafos, pero no por ello me voy a limitar en el futuro a hacer papeles de malo. La mayoría de los animales tienen un mecanismo de defensa, el mío es la comedia", dijo Williams. Aunque la risa se borró de su rostro cuando su esposa puso el grito en el cielo y lo retó por hacer papeles rudos. "No puedes traer a semejante gente casa", fue la queja de la señora Williams, pero el bueno de Robin al parecer se salió con la suya y siguió haciendo unos cuantos villanos más, que en Rosario se verán próximamente, como dice la publicidad de las películas en el cine.
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