Teatro / Crítica

"Todo en la cabeza": Ultimo paseo por las nubes

Rodolfo Bella / La Capital

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Intérpretes: Laura de Dominicis, Paula Manaker, Sonia García, Patricia Mateos, Miguel Jaime y Analía Rodríguez.
Coreografía: Cecilia Colacrai.
Dirección: Alejandra Gómez.
Sala: Caras y Caretas.

"Todo en la cabeza" es el flash back que revive una paracaidista que comprueba que su equipo no funciona. En esos momentos el personaje, Lola Crash, es visitada por un grupo de seres que hacen las veces de un coro polimorfo y pintoresco, a través del cual la mujer muestra sus fantasías, su horror y los disparates que supuestamente llegan en su auxilio ante el inevitable desenlace.
El grupo La Troupe no descuidó los detalles de la puesta en escena, y recurrió a un dispositivo escénico simple y efectivo que supo aprovechar las posibilidades de un espacio reducido. Laura de Dominicis es Lola Crash, la desgraciada mujer que lleva grabado en el nombre el presagio de su trágico final. La actriz, suspendida en el aire con un arnés, transmite con mínimos recursos el placer del vuelo y el horror previo a estrellarse.
En el momento anterior al impacto, Lola es perseguida por Elvis (Miguel Jaime); Di Divain (Analía Rodríguez), una cantante glamorosa y decadente que supuestamente supo tener momentos de gloria; Linda Blair (Sonia García), una autómata siniestra que llega dentro de la caja de regalos que trae Carmen Saltos (Patricia Mateos), una insana que entrega mensajes cantados para los cumpleaños.
La apertura y el cierre del espectáculo están a cargo de Consuelo de Nuestra Corriente (Paula Manaker), que con una danza ritual da el clima adecuado al principio y al desenlace. El elenco interpretó ajustadamente la coreografía creada por Cecilia Colocrai, y aporta recursos propios al relato que hacen los personajes, con registros que van desde lo clawnesco hasta el grand guignol.
La Troupe decidió tomarse en broma la muerte. El humor, sin embargo, no llega a partir de gags, sino de un desarrollo de las escenas donde lo cómico aparece por contraste con lo trágico o lo dramático.
El grupo exploró las conjeturas sobre el tema sin ceñirse a determinados estereotipos populares: no son ni familiares ni amigos los que visitan a Lola. Por el contrario, son desconocidos quienes tienen a su cargo la tarea de despedirla, recordándole que el viaje que está por emprender la protagonista deberá hacerlo en la más absoluta soledad.

Laura de Dominicis hace de la desgraciada Lola Crash.