El presidente Eduardo Duhalde le comunicó ayer al ministro de Economía, Roberto Lavagna, su convencimiento de que los diputados cerrarán hoy el juicio político a la Corte Suprema en el Parlamento, para intentar luego un respaldo judicial al corralito financiero, y le adelantó que dialogará con los gobernadores para cumplir con la reducción del déficit fiscal. Así lo informaron fuentes oficiales, luego de que Lavagna se entrevistara con el mandatario en la Casa de Gobierno, a poco de llegar a Buenos Aires, donde le informó sobre su gestión en Washington ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), funcionarios de los EEUU y de los organismos multilaterales de crédito. Durante el fin de semana, Lavagna se reunió con colegas de países del G-7, entre ellos el secretario del Tesoro de EEUU, Paul O’Neill, con el jefe para el Hemisferio Occidental del FMI, Anoop Singh, y con los máximos directivos de ese organismo, Horst Köhler y Anne Krueger. El FMI reclamó el lunes "el consenso doméstico necesario” para firmar un acuerdo y refinanciar 18.000 millones de dólares que Argentina debe pagar en lo que queda del año y todo el 2003. Ese consenso apunta a terminar con el juicio político a la Corte para que el Máximo Tribunal avale el corralito y la pesificación. Pero además, Lavagna le reiteró a Duhalde la necesidad de avanzar en la firma de los acuerdos con los gobernadores para que las provincias reduzcan en un 50% sus respectivos déficit fiscales, otras de las exigencias del Fondo. El propio Lavagna se reunió ayer con los gobernadores radicales, José Luis Lizurume (Chubut), Pablo Verani (Río Negro), Angel Rosas (Chaco), Horacio Colombi (Corrientes) y Roberto Iglesias (Mendoza), para dialogar sobre los atrasos en los envíos de fondos coparticipables y el cumplimiento del pacto fiscal. Lavagna busca con estos acuerdos cumplir con las exigencias del FMI y dar señales más firmes para lograr un acuerdo, luego de que los directores del organismo se comprometieran a poner por escrito los acuerdos hasta el momento alcanzados. Por eso una delegación argentina, encabezada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, se encuentra en Washington para que el Fondo elabore "en papel" las líneas básicas del acuerdo. De todos modos, el propio Duhalde anticipó el lunes que de alcanzarse un acuerdo con el Fondo "no va a ser para descorchar botellas de champagne". Por su parte, Lavagna descartó que se vaya a establecer un acuerdo de corto plazo que se extienda hasta el final del mandato de este gobierno, previsto para mayo, para que luego el nuevo presidente deba iniciar negociaciones para un plan de más largo plazo. "En principio estamos hablando de un solo acuerdo, con la idea de que pueda terminar en diciembre del 2003, de manera de que el próximo presidente no tenga que ponerse a negociar inmediatamente sino que tenga tiempo suficiente para organizar sus equipos y política", dijo Lavagna. En tanto, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, destacó los "avances" en las negociaciones entre el gobierno argentino y los organismos internacionales de crédito, y rechazó las interpretaciones periodísticas que mencionaban un enfriamiento en las conversaciones. "La realidad es que hubo un corto y clarísimo comunicado oficial del FMI que muy pocos tomaron en cuenta", dijo y se quejó porque pareciera que a algunos argentinos les encanta que no nos vaya bien". El funcionario dijo que en el comunicado el Fondo por primera vez expresa que quiere llegar a un acuerdo con Argentina “lo antes que sea factible". El jefe de ministros agregó que "los equipos técnicos de la Argentina van a estar trabajando con el equipos técnicos del Fondo y poder acercar posiciones sobre los dos o tres temas que están pendientes de debate, como los son el marco fiscal y la cuestión monetaria fundamentalmente".
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