cartas

No dar la espalda a la realidad

Quiero contestar a la señora Norma C. Castillo por su nota en Cartas de lectores del 22 del corriente pasado titulada "Dejen los perros en paz". Yo también soy una contribuyente y abono mis impuestos, amo a los animales, efectivamente tengo varios adoptados, esterilizados, vacunados y muy bien cuidados, pero no están en la calle, no hago demagogia porque me hago cargo de sus necesidades alimenticias o médicas. No molesto a mis vecinos y jamás los abandonaría en la puerta, en la esquina, en un parque, en cualquier lugar. Me daría vergüenza arrogarme la defensa de los animales cuando en varias oportunidades como lo reconoce la autora de la nota abandonan reiteradamente a un perro, conformándose porque ya está vacunado y esterilizado. El perro, nuestro leal y mejor amigo no necesita de personas que lo defiendan tan mal esgrimiendo el concepto falso de que el perro que permanece en la calle está bárbaro y feliz. Esta actitud equivocada es irresponsable porque deja de lado lo más importante, que el perro verdaderamente querido es al que le damos cariño, le encontramos una casa y un propietario para que lo cuide. No deleguemos responsabilidades, ni confundamos los valores, le propongo a la señora Norma Castillo que culmine su obra, y que ubique ¡por favor! a ese pobre animal que continúa a merced de personas contemplativas y limitadas que le dan la espalda a la realidad. Ser participativo es tratar de encontrar soluciones, esa seguramente es la mejor forma de defenderlos, sin actitudes hipócritas, como continuar abandonando a un pobre y viejo perro y señalar culpa a los demás.
Angela Cáceres