La tercera dentición fija

Implantes oseointegrados

Desde el punto de vista odontológico, sólo los países desarrollados se ocupan del estudio y atención de los problemas bucales y sus complicaciones derivadas. Estos no siempre pueden ser solucionados por las vías convencionales, ya que requieren una atención especial.
El avance de la odontología en sus distintas disciplinas facilita la conservación de las piezas dentales. En esa dirección, el odontólogo fue aumentando sus conocimientos y tecnología. El paciente, por su parte, trata de mantener sus dientes y reponer los ausentes por fijos, ya que le confiere mayor seguridad, confort y estética, independientemente de su edad.
Es así como los implantes dentales surgen como alternativa a los recursos tradicionales al permitir la colocación de medios accesorios de anclaje que soporten la futura prótesis, sea completa, parcial o fija.
El sistema de implantes oseointegrados proporciona no sólo el procedimiento mejor experimentado, sino también aquel con mayor porcentaje de éxitos documentados. Estos implantes han hecho realidad un viejo sueño: la tercera dentición fija, lográndose revertir los cambios óseos propios de la edad avanzada y recuperar la capacidad masticatoria y estética.
La oseointegración en odontología es aquella especialidad por medio de la cual se reemplazan piezas dentarias ausentes por implantes intraóseos de titanio. Se desarrolló gracias a estudios iniciados en Suecia hace ya más de 20 años. Los resultados iniciales fueron alentadores, no obstante se requirió de la investigación permanente para perfeccionar las técnicas y superar los inconvenientes lógicos que se iban presentando.
Actualmente la implantología alcanzó un nivel que le confieren un alto grado de seguridad. No obstante, los test y estudios continúan llevándose a cabo en distintos centros a nivel mundial, con la finalidad de perfeccionar y disminuir los costos del sistema.
La oseointegración es el fenómeno que implica la íntima unión hueso-implante sin interposición de tejidos blandos. La técnica TF (tissue functional) utiliza como implante un cilindro hueco, roscado con numerosas ventanas que se comunican con el exterior, buscando, además de la oseointegración externa, un crecimiento de hueso y la integración en el interior del implante. De esta manera se duplica la superficie de íntimo contacto o interfase hueso-implante, y por consiguiente se duplica la resistencia y capacidad de soporte de cargas.
La aplicación de implantes dentales oseointegrados en pacientes parcial o totalmente desdentados, permite resoluciones protéticas altamente superiores a las convencionales, con variantes de diseño que permiten confeccionar desde prótesis fijas unitarias o totales a las removibles, fijadas a los implantes mediante microdispositivos retentivos (attaches). Esta última variante (sobredentadura implantorretenida) es la más utilizada en los pacientes de tercera edad, especialmente en aquellos totalmente desdentados.
Ricardo Asenjo
Odontólogo