Año CXXXV
 Nº 49.619
Rosario,
miércoles  02 de
octubre de 2002
Min 9º
Máx 17º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Susan Sarandon sale al cruce a los prejuicios
Una actriz resuelta a romper las barreras de edad en Hollywood
La estrella, que aparece en tres nuevas películas, demuestra que a los 50 aún se consiguen buenos papeles

A los 56 años, Susan Sarandon rompió con todos los esquemas de Hollywood. La actriz, que este mes estrena tres películas, está más atareada que nunca y atraviesa uno de sus mejores momentos artísticos.
"Es muy divertido. Cuando me llaman para promocionar una de mis películas en algún programa de televisión, tengo que preguntar siempre cuál de ellas", comentó la actriz, quien reside en Nueva York junto a su pareja Tim Robbins y sus hijos.
Durante octubre Sarandon aparecerá en tres películas que la muestran en papeles completamente diferentes: "Igby Goes Down", "The Banger Sisters", junto a Goldie Hawn, y "Moonlight Mile", Coprotagonizada por Dustin Hoffman.
Durante años, la carrera de Sarandon ha demostrado que la edad no es una limitación. Al igual que algunos de sus pares masculinos, como Harrison Ford y Clint Eastwood, Sarandon comprobó que es posible encontrar roles interesantes después de los 50, y que además, es posible mantener su sensualidad.
Sin importar la cantidad de papeles de poco atractivo físico en su haber, entre ellos, el de la monja Helen Prejean, en "Mientras estés conmigo", por el cual recibió un Oscar en 1995, Sarandon es considerada por la audiencia internacional como una de las actrices mayores más atractivas.

Una belleza sin edad
Su atractivo no tiene nada que ver con ser joven. Ultimamente, el concepto de belleza y atractivo en Estados Unidos ha cobrado cierta sofisticación, algo en lo que quizás haya tenido mucho que ver la actriz.
Incluso a la hora de seducir a un coprotagonista de menor edad, Sarandon fue una pionera. En "White Palace", la actriz interpreta a una mesera de 43 años que seduce al personaje de James Spader, un yuppie de 27.
En su vida privada, los roles también parecen estar invertidos. Desde 1988, Sarandon comparte su vida con el también actor y director Tim Robbins, doce años menor que ella. La pareja tiene dos hijos, además de una hija de una relación previa de la actriz.
A pesar de tener ya varios créditos a su favor, la carrera de Sarandon comenzó a florecer pasados los cuarenta, con la comedia romántica "Bull Duhrman", en la que conoció a Robbins. La actriz interpreta a Annie, una mujer independiente y divertida, que no le teme a su sexualidad.
La habilidad y el talento mostrados por Sarandon desde entonces han sido una constante en su carrera. Un ejemplo de ello es su trabajo en "Thelma and Louise". Su papel se convirtió en un ícono de la cinematografía.
Sarandon continúa siendo atractiva para la audiencia por la misma razón que lo son sus pares masculinos: su sensualidad no parte de los conceptos femeninos de fragilidad e inocencia, sino de los masculinos de confianza y autoridad.
Estas características se reflejan tanto en su profesión como en su activismo político y social, aspecto que comparte con Robbins. Sarandon presta su imagen y su nombre a diferentes causas humanitarias, La actriz accedió a ser embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas.

La senda del triunfo
La mayor en una familia de nueve hijos de Nueva Jersey, Sarandon desarrolló su sentido autoritario desde muy joven. En la década del 60, convivió con el actor Chris Sarandon, mientras ambos asistían a la universidad.
Ante la oposición de sus padres y de las autoridades universitarias, se casaron, divorciándose amistosamente varios años más tarde. Este fue el único matrimonio de la actriz, quien desde entonces ha hecho su propio camino.
Sarandon tuvo a su primera hija a los 39 años, cuando vivía con el director italiano Franco Amurri. La bautizó Eva, en honor a la "primera mujer que fue castigada por pensar por ella misma". Su paciencia para buscar buenos papales y su voluntad de no caer atrapada en las redes de la fama es lo que la ha mantenido vigente durante tanto tiempo.
Brad Silberling, quien escribió y dirigió la película semiautobiográfica "Moonlight Mile", sobre cómo los padres y novio de una muchacha asesinada tratan de superar su muerte, admitió haber escrito el rol de la madre con la actriz en mente.
"Pensé que iba a ser mucho más complicado, sin embargo, su agente me llamó y simplemente me dijo que Susan estaba interesada", afirmó Silberling. La actriz se comprometió en ese momento y a pesar de que el film fue rodado un año más tarde, cumplió con su compromiso.
Según Burr Steers, director y escritor de "Idgy goes down", la participación de Sarandon en el proyecto fue vital. "Gracias a ella, pudimos hacer nuestra película", comentó.



A la actriz el éxito no le afectó la sensibilidad.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados