Año CXXXV
 Nº 49.616
Rosario,
domingo  29 de
septiembre de 2002
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Golpe contra una organización de contrabandistas en el puerto
Secuestraron cigarrillos y cueros en un barco paraguayo. Hay diez detenidos

La Gendarmería Nacional interceptó en el río Paraná, a la altura de Rosario, un barco de bandera paraguaya que estaba a punto de descargar 54.000 cartones de cigarrillos de contrabando en el puerto de Alvear. En el procedimiento, que se realizó el viernes por la noche con apoyo de Prefectura Naval, también se incautaron 116.000 kilogramos de cuero y fueron detenidas diez personas, entre ellos el capitán del barco. Según los altos mandos locales de la Gendarmería, el operativo permitió asestar un duro golpe a una poderosa organización dedicada al tráfico ilegal de mercancías con ramificaciones en varias provincias argentinas y Paraguay.
La investigación que permitió detectar esta carga, valuada en casi 600.000 pesos en el caso de los cigarrillos y de unos 300.000 en el caso de los cueros, se inició hace unos tres meses en la provincia de Formosa. Los responsables de las pesquisas creen que en ese lapso el barco Arapotey pasó al menos dos veces por Rosario con cargas similares a las secuestradas el viernes.
Toda la investigación se hizo bajo las órdenes del juez federal de Formosa, Marcos Quinteros, pero los procedimientos realizados el viernes en el sector HI del puerto de Rosario, en avenida Belgrano y Cerrito, fueron supervisados por el juez federal Omar Digerónimo, de Rosario.
La carga ilegal de cigarrillos y cueros estaba oculta en ocho contenedores. El barco partió hace casi una semana de Asunción, en Paraguay, y desde hace varios días era seguido de cerca por detectives de la Gendarmería Nacional. El viernes, apenas cruzó por el puente Rosario-Victoria, fue escoltado por un helicóptero de Gendarmería Nacional y un guardacostas de Prefectura Naval hasta el sector donde finalmente fue decomisada la carga y los tripulantes del barco detenidos.
El capitán de la nave es un ciudadano de apellido Rojas, de 64 años, que ayer permanecía detenido a disposición del juez Digerónimo.
Los investigadores creen que el destino final de los cigarrillos eran compradores de las ciudades de Santa Fe y San Francisco, en la provincia de Córdoba. Los cueros, en tanto, posiblemente se dirigían hacia Montevideo, desde donde se cree que serían enviados a Brasil.
Según fuentes de la Gendarmería, los diez detenidos forman parte de una organización gigantesca que opera desde Asunción y opera en todo el litoral argentino. En la mayoría de los casos, los cigarrillos de contrabando están destinados al mercado de las grandes ciudades de esta región, entre ellas Santa Fe y Rosario.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por los investigadores, la carga de cigarrillos incautada el viernes (1008 cajas, equivalentes a 54.000 cartones) tiene un valor cercano a los 600.000 pesos e implica una evasión al fisco por más de 400.000 pesos.
El buque secuestrado permanecía ayer en el puerto, cuya tranquilidad habitual se vio interrumpida el viernes por un operativo pocas veces visto en las costas locales. Tiene 54,20 metros de largo, 9,50 de ancho y 8 pies de profundidad. El viernes llevaba una carga de casi 150.000 kilogramos.



Actuaron agentes de Gendarmería y Prefectura.
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