| | cartas ¿Un humilde hombre del interior?
| Francamente es imposible medir la tolerancia que hay que tener para no sufrir consecuencias graves en la salud. Me refiero a la lectura de lo publicado en La Capital al transcribir frases del acalorado discurso de Carlos Menem en La Matanza. Dice que otros candidatos tienen miedo a un humilde hombre del interior y ello trae a la memoria aquello de Yabrán (un humilde cartero). Al hablar desde su escenario lo hizo para un selecto grupo de admiradores tales como Vanrell (mago que logró comprar juguetes en una plaza pública de la ciudad) y Barrionuevo (quien propuso no robar durante dos años para sacar a flote al país). Anunció que va a disponer 1.400 millones para obras, esto es bueno, parece que tiene la intención de devolver algo (de los arrepentidos es el reino de los cielos). Otra perla: "Me convertiré en el enemigo Nº 1 de los delincuentes", los va a combatir con la ley en la mano. ¿Serán los mismos jueces que lo hicieron con él? En esta promesa su verborragia lo traicionó, debo quitar el término enemigo y cambiar el tiempo del verbo (tiempo pasado: convertí). A él le debemos la opinión de Paul O'Neill: "Nadie quiere invertir tiempo y dinero donde funcionarios corruptos o compinches con influencia pueden fugarse con los frutos del emprendimiento". Este es el concepto que tienen de nuestro país. ¡Pobre Argentina! Amelia de Carrillo
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