Año CXXXV
 Nº 49.616
Rosario,
domingo  29 de
septiembre de 2002
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Lima se pone colorada por su zona rosa

Con la ropa ceñida al cuerpo y el rostro excesivamente maquillado, Flor, una peruana de 19 años, ofrece amor a cambio de dinero a plena luz del día a pocas cuadras del Palacio de Gobierno en Lima.
Lima, la capital de Perú que alberga a un tercio de los 26,7 millones de habitantes del país, más de 50 por ciento de los cuales son pobres, registró en los últimos años un incremento de la prostitución callejera.
Para contener la incomodidad de los limeños que ven muchas de sus calles "tomadas" por las meretrices, a menos de dos meses de las elecciones municipales, el gobernador de Lima, Pedro Arredondo, planteó crear una zona especial en las afueras de la cuidad para reubicarlas.
Pero, al contrario de muchas ciudades del mundo donde el rojo es el color elegido para designar a los barrios de burdeles, Perú prefiere un tono más sutil, como el rosa, para no traer a la memoria las violentas "zonas rojas", como se denominaba a las áreas controladas por la guerrilla entre 1980 y el 2000.
La propuesta de la "zona rosa" limeña ha creado un debate entre los políticos y los vecinos, pero parece acomodar a las propias meretrices.
"Nos golpean, nos piden plata, nos insultan y muchas veces nos quitan nuestras cosas", dice Flor con un gesto amargo en el rostro. "Ojalá tengamos pronto nuestra zona de trabajo".
"Estaremos allí más seguras porque estaremos menos expuestas a los peligros de la calle", afirmó.
En Lima nunca hubo una zona especialmente dedicada a las meretrices, pero sí conocidos burdeles que en un principio estaban ubicados en la zona industrial de la capital, pero que debido al crecimiento de la ciudad terminaron en medio de la zona urbana.

Cuatro mil entre hombres y mujeres
Según la Municipalidad, en Lima hay 4.000 mujeres y hombres que ejercen la prostitución. De ellos, unos 800 trabajan en el centro histórico de la capital, declarado en 1991 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su arquitectura colonial.\Un portavoz, que pidió no ser identificado, aseguró que sólo en el centro histórico de la ciudad hay 30 cuadras donde prostitutas y homosexuales "ofrecen sus servicios" en la calle, día y noche.\Las prostitutas son atraídas por la cantidad de gente que circula por el centro de la ciudad y por el fácil acceso a él.\"El centro de Lima está más cerca a mi casa y pasan muchos clientes por aquí", dice Flor, quien vive en un barrio pobre. Flor dice que necesita prostituirse para conseguir dinero para ayudar a su familia.\Pese a que su tarifa es baja -cobra un mínimo de 10 soles (3 dólares) por cliente y alrededor de 50 soles (15 dólares) por una noche entera-, la prostitución es una alternativa para la muchacha de origen humilde y poca educación, para quien es muy difícil conseguir un trabajo en una país donde más de la mitad de la población activa está desempleada.\Según leyes municipales, un prostíbulo tiene que estar en un lugar periférico a la zona urbana, a una distancia no menor de 500 metros de templos, conventos, colegios y mercados.\Este es el caso de La Nené y Las cucardas, conocidos prostíbulos que operan hace más de una década, pero que cuentan con licencia de funcionamiento desde 1995. (Reuters)


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