Corte y escrache para pedir justicia

Protesta piquetera contra la represión en Avellaneda a tres meses de los crímenes de Santillán y Kosteki

Organizaciones piqueteras, sindicales y de derechos humanos cortaron ayer el puente Pueyrredón y realizaron un escrache a la comisaría 1ª de Avellaneda para reclamar justicia por las muertes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y denunciar a los gobiernos nacional y bonaerense como "instigadores" de ambos crímenes.
Los piqueteros, encabezados por los familiares de Kosteki y Santillán y por la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, cortaron al mediodía el puente que une a la Capital Federal con el sur del conurbano.
De inmediato, encendieron fogatas e impidieron la circulación de tránsito sobre el viaducto, epicentro de la violenta represión del 26 de junio pasado. El sacerdote Alberto Spagnuolo, de la Coordinadora, enfatizó que "nos movilizamos con el único deseo de que los responsables policiales y políticos paguen sus crímenes".
Los organizadores señalaron que el escrache a la comisaría es una "denuncia concreta contra los autores materiales" de los asesinatos. También alertaron sobre el crecimiento de la violencia institucional al citar el crimen de Ezequiel Demonty (arrojado al Riachuelo por efectivos de la Policía Federal), el ataque que sufrió la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto (balearon su casa), y la represión desatada en Jujuy.
La Comisión de Desocupados Ferroviarios de la Empresa Metropolitana cortó las vías a la altura de la estación Avellaneda y sumó al reclamo por la muerte de Santillán y Kosteki el pedido de reincorporación de 350 despedidos.
A raíz de la protesta de los ferroviarios, se registraron incidentes en la estación Constitución, donde varios usuarios provocaron destrozos en el hall central.