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Nefasto Día de la Primavera

Quería contarles a los lectores del diario lo mal que nos trató La Fluvial el Día de la Primavera. Tratábamos de pasar un día soleado en la playa Vladimir. A la ida, hicimos tres horas y media de cola (desde las 10.30 hasta las 14 aproximadamente) bajo el rayo del sol, amontonados como ganado, y con la gente de Prefectura tratando de contener lo incontenible. Eramos muchísimos y había solamente dos lanchitas para trasladar a miles y miles de chicos que queríamos pasar un día tranquilos en la isla. Cada lancha transportaba a 70 chicos sentados (calculo yo) o sea que iban a estar una eternidad para llevarnos a todos. Llegamos a la isla gracias a que la gente del Ciudad de Rosario se apiadó, e hizo varios viajes (creo que tres) llevando chicos hacia Vladimir. Fue "una gaucha", dijo la persona que habló. Quiero aclarar que pagamos una entrada de $4,50 en la ventanilla de La Fluvial, no fuimos "de regalo". En la isla había solamente dos policías (o "encargados de seguridad"), y se vendía alcohol a quien lo pagara, y además la consumición que estaba incluida en el pasaje, era un vaso de gaseosa o cerveza. Hubo algunos "incidentes", pero se controló todo, por así decirlo. A la vuelta fue un nuevo sufrimiento. Hicimos una cola de tres horas y media (de nuevo), empezando desde las cinco de la tarde. No teníamos otra forma de volver. Hubo apretujones, se rompió el muelle (la parte que está sobre la arena, no en el agua), después separaron a las chicas de los varones, y a nosotras nos hacían trepar por el costado del muelle, pero fue lo mejor que pudieron hacer. Eran cinco tipos para controlar a cientos (o miles) de chicos, algunos borrachos, pero todos muy nerviosos por querer volver antes de la noche. Y no pudimos. El último de mis amigos llegó a La Fluvial a las 21.30 y todavía quedaban chicos sin poder cruzar. Fue todo desorganizado. La ida, la vuelta... tendrían que haber previsto tanta concurrencia e incrementar la flota de lanchas o vender menos entradas, o hacer algo para no tratarnos tan mal. Sentí que me faltaron el respeto. Y pido que tengan las sanciones correspondientes.
Paula Ileana Ciano