 |  | El éxtasis abre la puerta al Parkinson Los científicos acaban de comprobar en monos los efectos devastadores del uso intensivo de la droga
 | Los jóvenes que en el transcurso de una noche tomen tres o más dosis de Extasis sufren serio riesgo de padecer unos años más tarde de parkinsonismo, síntoma temprano del mal de Parkinson, consistente en temblores musculares y limitación en la expresión facial, según advirtieron ayer científicos estadounidenses que comprobaron en monos los efectos devastadores de esa droga sobre las neuronas controladas por la dopamina. Estudios anteriores habían ya indicado que el Extasis puede atacar y dañar permanentemente los centros cerebrales responsables del control emocional y la capacidad de percepción, controlados por la serotonina. Pero ahora, en experimentos con animales, el equipo dirigido por George Ricaurte, de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Maryland, EEUU), examinó los efectos del Extasis en las neuronas dependientes de la dopamina, indicó la revista norteamericana "Science" en su edición que salió a la venta anoche. Los investigadores administraron a dos especies de monos una dosis de la droga correspondiente a su peso corporal, en dos o tres tomas con tres horas de diferencia. Luego examinaron una región cerebral llamada striatum, en la cual terminan muchas de las células controladas por la dopamina, y hallaron que entre el 60 y el 80 por ciento de las neuronas habían sido destruidas. Es un hecho ya conocido que la pérdida del control del movimiento y otros síntomas del parkinsonismo comienzan en entre 80 y 90 por ciento de las neuronas dependientes de la dopamina, señaló el informe. Puesto que la producción de dopamina decrece en el transcurso de la vida, la pérdida de esas células en sólo una noche de Extasis puede ser suficiente como para ocasionar más tarde síntomas del mal de Parkinson, aseguraron los científicos. "Hasta ahora, el Extasis ha sido considerado entre los jóvenes como una droga segura, puesto que no provoca daños visibles inmediatos", se lamentó Ricaurte. "Sin embargo, quien ingiere Extasis, debe ser consciente de que la droga puede destruir células cerebrales y que el efecto destructor de neuronas puede ser desatado con una dosis considerada normal en una noche de fiesta", advirtió. Si bien los experimentos con monos no son prueba concluyente de que la droga pueda provocar los mismos daños cerebrales graves en gente joven, son causa de "grave inquietud", señaló el estudio. Al respecto, Edgardo Cristiano, jefe de Enfermedades Desmielinizantes del Hospital Italiano, no se sorprendió: "En el Parkinson hay pérdida de la células que sintetizan la dopamina y de esto no solamente es responsable el Extasis, sino también algunos derivados de las anfetaminas", dijo. "También ciertos tranquilizantes mayores, los llamados neurolépticos, producen síndrome parkinsoniano, no porque destruyan, sino porque bloquean los receptores de la dopamina, de allí el cuidado que hay que tener al recetarlos", añadió. Cristiano explicó que la dopamina y la serotonina "no son hormonas, sino neurotransmisores que se ocupan de transmitir la información entre grupos de neuronas. La serotonina tiene relación con los estados de ánimo, sobre todo con la depresión, de ahí que muchos medicamentos aumenten los niveles de ese neurotransmisor para lograr el efecto inverso", sostuvo. (Télam)
| |
|
|
|
|
 |
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|