Los delincuentes tenían todo perfectamente estudiado. Sabían que el dueño de casa guardaba una interesante cantidad de dólares, que esa suma era producto de la venta de una propiedad en Granadero Baigorria; también que el propietario planeaba radicarse en Europa y ahorraba dinero para tal fin. Por eso, luego de irrumpir violentamente y maniatar a los tres ocupantes, se tomaron casi dos horas para revisar la vivienda y repreguntar hasta el cansancio dónde estaba el dinero. Finalmente se apoderaron de 6.500 dólares, pero también aprovecharon para llevarse un equipo de música y 15 frascos de perfume de marca conocida.
Hasta anoche no había novedad sobre los autores del robo, ocurrido el lunes cerca de las 20 en 1º de Mayo 3118, casi esquina Gaboto. Ningún vecino de la cuadra vio o escuchó nada extraño en la casa de pasillo que Angel Montiel ocupa junto a sus padres desde hace casi 40 años. Una versión señalaba que el dúo habría llegado y escapado en una camioneta Ford Ranchero.
Si bien el atraco se concretó anteayer, la tarea de los delincuentes empezó al menos una semana antes, según se desprende de la abundante información con que contaban. Montiel tenía para la venta un Fiat Uno y el martes o miércoles un hombre se presentó en su casa supuestamente interesado en hacer el negocio. Era lo único que le faltaba para ultimar detalles para su viaje a España. Cansado de la crisis económica y luego de haber vendido su parte como socio de una librería, un negocio que lo dejó en una situación incómoda con 40 años y sin ingresos, se preparaba para emigrar al viejo mundo.
Lo cierto es que el negocio con el auto no se concretó y el visitante pidió unos días para pensar bien la jugada comercial. No hubo novedad del interesado hasta el lunes pasado, cuando llamó por teléfono y le anunció que a las 8.30 le llevaría los 7 mil pesos que pedía por el rodado. Un rato antes de la hora señalada Montiel y sus padres, ambos de unos 70 años, oyeron el timbre. Montiel hijo fue hasta la puerta de calle y por medio de la ventana-postigo de vidrio divisó al interesado que lo visitó cinco días antes por el tema del coche. No tuvo más que abrir unos centímetros la puerta para encontrarse con otro hombre que lo encañonaba con un arma de fuego.
Conocimiento de causa
Lo empujaron hacia adentro de la vivienda y comenzó una pesadilla que duró casi dos horas. Las tres víctimas fueron maniatadas y a su vez colocadas en ambientes distintos de la casa. La madre de Montiel fue encerrada en el baño, mientras padre e hijo quedaban en el living comedor. El interrogatorio demostró que los delincuentes tenían algo más que un buen dato para cometer el atraco.
Una fuente policial comentó a La Capital que los maleantes comenzaron a hacer preguntas sobre el destino del dinero de la casa en Granadero Baigorria que Montiel había vendido casi un año atrás a unos 17 mil dólares. Aunque la mayor parte de ese dinero, la víctima lo invirtió en la librería. Con el tiempo, esa suma se redujo al 6.500 que fue en definitiva lo que se llevaron los ladrones.
"Los tipos mencionaron la venta de Baigorria, sabían que guardaba ese dinero e incluso que Montiel tenía pensado viajar a España. Los estuvieron interrogando y diciendo cosas durante casi dos horas, mostrándose muy tranquilos y fríos", comentó un vocero de la investigación. Angel fue el único que recibió un par de cachetazos y sus padres no fueron tocados. "Por la forma y el tiempo que utilizaron para preguntar es raro que no les hayan dado una verdadera paliza a todos", dijo el portavoz.
Todo culminó cuando los ladrones hallaron los 6.500 dólares. Sobre la marcha decidieron llevarse un centro musical y 15 botellitas de perfume Avón, que la hermana de Montiel comercializa en forma particular. Según fuentes policiales, los maleantes escaparon en una camioneta Ford Ranchero, pero hasta ayer no aparecieron testigos que los hubiesen visto escapar. "Estuvieron dos horas revolviendo la casa. A mi marido y a mi hijo les pegaron, pero por suerte no pasó nada. Se pusieron un poco nerviosos, pero al encontrar el dinero se fueron enseguida", fue todo lo que dijo a este diario la señora de Montiel, antes de decir que preferían no hablar más del tema.