Una ofensiva militar de Estados Unidos para derrocar al presidente iraquí Saddam Hussein podría costarle a Washington unos 100.000 millones de dólares e incluso el doble si el conflicto dura más de dos meses y tiene impactos negativos en la economía mundial. Según un informe de unas cuarenta páginas, formulado por los demócratas del Comité de presupuesto de la Cámara de Representantes, estos cálculos se basan en el supuesto optimista de que una ofensiva militar se desarrollaría en las mismas condiciones que la guerra del Golfo en 1991. En esa ocasión las fuerzas estadounidenses pudieron apoyarse en bases militares en la mayoría de los países del Golfo y en Turquía. Rápidamente aplastaron a las tropas iraquíes indefensas en el desierto, registrando pérdidas mínimas y el régimen de Saddam Hussein se abstuvo de utilizar armas de destrucción masiva. (AFP)
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