El sobrino de un vendedor de automóviles secuestrado el viernes pasado por una banda que exigió 300 mil dólares de rescate en Boulogne, partido de San Isidro, continuaba ayer en cautiverio, y se presume que sus captores son integrantes de una experimentada superbanda. Fuentes del caso dijeron que por el momento no hubo una nueva comunicación por parte de los secuestradores, ni tampoco una prueba de vida de la víctima. "Queremos 300 mil dólares, ni un billete más ni uno menos. Tómense el tiempo que quieran, el viernes que viene los llamamos". dijo una voz masculina a uno de los familiares de Diego Lobeto, de 23 años. Uno de los investigadores del caso dijo que "la banda que secuestró a Lobeto está conformada por expertos, no son ningunos novatos. Seguramente operan en células, con profesionalismo y armamento pesado". La policía no interviene en el caso, cuyas negociaciones están a cargo de los familiares de Lobeto. Ayer, frente a la casa que el muchacho habita en Boulogne, el tío de la víctima, Diego M. Lobeto, propietario de una agencia de venta de automóviles, acusó vehemente a los periodistas que hacían guardia en el lugar por haber dado a conocer la noticia. Los investigadores, en tanto, creen que los secuestradores son los mismos que secuestraron al rugbier Federico Virasoro y lo liberaron tras el pago de 50 mil dólares. Es que la policía nunca logró detener a ninguno de los integrantes de esa banda, la cual opera en la zona norte del conurbano. Los investigadores sospechan además que "la banda es un desprendimiento de una organización que operó a fines de la década del 70 y que incluso pudo tener vinculación con el secuestro de empresarios, como Santiago Soldati". (Télam)
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