Saá se resiste a declarar por supuesto complot en su contra

El precandidato presidencial Adolfo Rodríguez Saá fue convocado a declarar hoy en los tribunales federales porteños por los actos extorsivos que lo habrían obligado a renunciar a su fugaz gestión como jefe del Estado, pero el puntano pidió ser interrogado en San Luis.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien investiga si el precandidato renunció a la Presidencia forzado por presuntas amenazas contra su vida y las de su familia, citó a Rodríguez Saá a una audiencia fijada, en principio, para hoy a las 12.
Pero el ex gobernador de San Luis, que ejerció la Presidencia entre el 23 y el 30 de diciembre de 2001, presentó ayer un escrito en el que explicó al juez que se encuentra en plena campaña electoral, por lo que solicitó ser interrogado en San Luis.
Canicoba ordenó, además, las declaraciones testimoniales del canciller Carlos Ruckauf, del senador nacional Ramón Puerta y del diputado José Díaz Bancalari, quienes están habilitados a dar su versión de los hechos por escrito.
La investigación penal comenzó en febrero pasado, cuando un ciudadano identificado como Teobaldo Carulla denunció a la Justicia que Rodríguez Saá fue víctima de extorsiones destinadas a alejarlo de la Casa Rosada.
Carulla dijo haber escuchado, en la madrugada del 1º de enero, una "sugestiva charla" que tuvo lugar a metros del Congreso de la Nación y en la que una persona contaba a su interlocutor que "al Adolfo lo apretaron para que renuncie diciéndole que a sus hijos le iba a pasar lo mismo que le pasó a Carlitos Menem". La conversación, según Carulla, se desarrolló en la esquina de avenida Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen.
El denunciante contó que, además, en el diálogo se mencionó que "el Cabezón (por Duhalde) es medio loco y es capaz de quemarlo vivo", en supuesta referencia a Eduardo Duhalde y el fotógrafo José Luis Cabezas, asesinado en Pinamar en 1997.