Impulsada por la Sociedad Argentina de Dermatología, durante la primera semana de octubre se desarrollará la Tercera Campaña Nacional de Educación y Prevención de la Lepra, enfermedad infecciosa que en Argentina contabiliza actualmente 2.042 casos, según las últimas estadísticas disponibles (diciembre 2001).
El objetivo de esta campaña (en Rosario a cargo de la doctora Mónica Recarte) es informar al público cuáles son los principales síntomas y orientarlo sobre formas de tratamiento y curación. Durante la misma se entregará material informativo en los hospitales Centenario, Carrasco, Provincial, Eva Perón, Alberdi y Sáenz Peña. Para consultas, dirigirse a los servicios de dermatología de los hospitales Carrasco, Provincial y Centenario.
Al mes de diciembre de 2001 se contabilizaron 2.042 pacientes bajo tratamiento en el país, a lo que debe agregarse una proyección estimada de 1.300 casos sin diagnóstico.
Las provincias en las que se registran mayor cantidad de enfermos son la ciudad y la provincia de Buenos Aires (389 casos entre las dos), Chaco (274), Santa Fe (233), Misiones (259), Formosa (148) y Corrientes (167), Córdoba (83), Santiago del Estero (91).
En la Argentina hay un promedio de casi 500 nuevos casos anuales registrados, según datos del Programa Nacional de Lepra, dependiente del Ministerio de Salud, y de la Asociación Alemana de Asistencia al Enfermo de Lepra.
La lepra es una enfermedad infecciosa producida por un microbio llamado mycobacterium leprae. Afecta preferentemente la piel y los nervios periféricos, y en ocasiones las mucosas y órganos internos.
En la piel aparecen manchas con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración. Según la forma clínica pueden presentarse nódulos y engrosamiento de la piel y/o nervios periféricos con dolor espontáneo; obstrucción nasal persistente, con o sin hemorragia, y hormigueos en pies y manos.
Generalmente se produce un trastorno de la sensibilidad, que va desde una leve hipoestesia (adormecimiento) a una anestesia total. Así, poco a poco, por falta de cuidado y de un tratamiento oportuno, las heridas se infectan ocasionando un daño que produce discapacidades y deformidades.
La lepra se contagia de persona a persona por un contacto directo y prolongado, calculado en aproximadamente de 3 a 5 años. Se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de su organismo) y una persona sana susceptible. La mayoría de las personas posee resistencia natural al microbio llamado mycobacterium leprae.
Vida normal
El enfermo de lepra puede y debe realizar una vida completamente normal, con todos sus derechos y deberes sociales y civiles. Puede casarse, deambular, trabajar. Lo único que debe hacer diferente es realizar el tratamiento adecuado y completo y tomar todos los recaudos para prevenir las eventuales discapacidades.
Hecho el diagnóstico y realizando un tratamiento regular y completo, de entre 6 meses a 2 años según la forma clínica, la lepra se cura. La medicación es entregada en forma gratuita por el Programa Nacional de Lucha Contra la Lepra (Salud Pública de la Nación).
Siempre se deben utilizar varios medicamentos a la vez, por lo que se denomina tratamiento multidroga (TMD). Es importante no sólo instaurar el TMD, sino desde el mismo momento del diagnóstico realizar la prevención de la discapacidad de manos y pies.