No hay vuelta atrás, me voy de Newell's". La frase de Paulo César en diálogo con Ovacion sonó firme. La dijo con autoridad y convencido de que su situación en Newell's no da para más. Por eso ayer mantuvo una reunión con algunos dirigentes rojinegros con el fin de arreglar su desvinculación y retornar a su país. El lateral izquierdo fue el primer refuerzo que llegó al club y es el único que no debutó. Y esa situación llamó la atención, más aún cuando se observaba que ni siquiera era tenido en cuenta en las prácticas de fútbol. "Estamos hablando con gente del club para arreglar la desvinculación. No me quiero quedar porque no logré nada bueno. No puedo estar sin jugar", dijo el brasileño que llegó de manera sorpresiva a la entidad el 10 de julio de este año a préstamo por un año. Pero apenas dos meses más tarde, el jugador que arribó a esta ciudad a pedido de Zamora decide irse de la institución, porque "no tengo chances de jugar". Precisamente el entrenador en su momento había dicho que "con este refuerzo estamos hechos", y también "espero que sea la solución para el sector izquierdo". Pero... Paulo César fue el primero en llegar como refuerzo y no tuvo la chance de debutar. Y así como llegó, en silencio, tomó la decisión de armar las valijas para dejar la entidad también casi en silencio. "Pasaron algunas cosas, pero el inconveniente no es con Zamora. También hay un problema administrativo", confió el defensor que fuera recomendado por Ricardo Rocha. El brasileño llegó con todas las ilusiones a cuestas de triunfar en Newell's y con el objetivo "de estar entre los titulares". Pero la oportunidad nunca la tuvo, tal vez porque el rendimiento del jugador no convenció al cuerpo técnico. Pero también habrá que tener en cuenta que el refuerzo fue pedido -o por lo menos eso se dijo en su momento-. En muchas ocasiones el Negro sostuvo que no quería equivocarse "en la elección de los futbolistas, como ocurrió en etapas anteriores con distintos nombres que pasaron sin dejar nada". Parece que en este caso le erró.
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