El intendente Hermes Binner sostuvo ayer que se advierten signos de reactivación económica en Rosario, sobre todo a partir del crecimiento de la producción agropecuaria en la región, que tiene "un gran valor para el crecimiento de la ciudad". El jefe comunal formuló estas declaraciones durante su visita a la Cooperativa de Trabajo Herramientas Unión, un "gran ejemplo de trabajo, un aliciente", calificó.
El intendente se hizo presente en la metalmecánica que funciona gestionada por sus trabajadores desde hace dos años, cuando la empresa presentó la quiebra. Los obreros recordaron que los inicios fueron "muy duros", pero en los últimos meses la producción se incrementó y entre sus clientes hay firmas de envergadura. Entre ellas figuran las empresas Celulosa, Alto Paraná y Aserradero Argentino.
La cooperativa recibió en sus inicios un subsidio de la Secretaría de la Producción por la que pudieron adquirir un vehículo para vender las herramientas.
"La Municipalidad apoya estos emprendimientos, pero no podemos dar todo lo que el sector productivo requiere", apuntó Binner. En el mismo sentido remarcó que el fenómeno de los operarios que se hacen cargo de las empresas en quiebra es creciente. "Donde podemos damos una mano, por eso está el Fondo para Emprendimientos Productivos, pero lo más importante es el esfuerzo de los trabajadores", señaló.
El titular del Palacio de los Leones admitió que no se puede desde el municipio atender a todas las demandas productivas. "No tenemos presupuesto como el de la provincia o de la Nación para poder ayudar a todas las necesidades del área", reconoció.
Más de 20 años
Los nueve operarios que manejan la cooperativa se ocupan de todo. No sólo producen las herramientas, sino que buscan los clientes, cobran y hacen el flete. En la actualidad también venden en Entre Ríos, Misiones y el norte santafesino.
Antonio Benetti, uno de los miembros de la cooperativa, admitió que en algunas oportunidades los problemas de la empresa producen algunos "choques" entre ellos, pero que se subsanan en las asambleas diarias que realizan. "Con muchos nos conocemos desde hace más de 20 años, siempre trabajando juntos", explicó, y agregó: "Uno pasa más tiempo con los compañeros de trabajo que con la esposa".
Los operarios recibieron la maquinaria como parte de la indemnización y luego alquilaron un galpón, en Vélez Sarsfield al 7000, donde trabajan desde hace dos años.
Los primeros tiempos apenas si podían cobrar alrededor de 30 pesos semanales; sin embargo, los obreros apostaron al trabajo y continuaron con la producción. Hoy todos cobran el mismo salario, que oscila entre los 400 y los 500 pesos mensuales.
Claro que con el cierre de la importación de herramientas el taller tomó otro impulso; sin embargo, Benetti recordó que hay materias primas que se siguen importando. "Hay algunos tipos de acero que se traen desde Alemania y de Austria, las facturas directamete vienen en dólares, y a veces no es fácil pagarlas", reconoció.
El intendente remarcó que el oficio de los operarios les permite producir con una buena calidad. "Los trabajadores saben que para ser competitivos deben fabricar los productos de muy buena calidad y buenos precios, para que el emprendimiento siga adelante", aseguró.