El joven Ezequiel Demonty, de 16 años, murió ahogado en las aguas del Riachuelo, después de haber sido golpeado con un objeto contundente en la cara, según indicaron los primeros informes de la autopsia a la que fue sometido el cadáver. Según fuentes judiciales, las pericias apuntan a confirmar la versión suministrada por testigos según la cual Demonty y sus dos amigos -que sobrevivieron- sufrieron apremios ilegales antes de ser obligados a arrojarse a las aguas.
Los informes que verbalmente recibió la jueza María Cristina Bértola indican que el cadáver de Demonty presentaba "lesiones producidas por un objeto romo" (de formas redondeadas) en el rostro y restos de plancton en los pulmones.
La jueza decretó ayer el secreto de sumario en la causa y citó a ampliación de declaración indagatoria a tres de los doce policías detenidos por la privación ilegal de los tres jóvenes, más la muerte de Demonty.
Fuentes revelaron que "en principio" los hechos que se imputan a los policías estarían vinculados con privación ilegítima de la libertad, lesiones y coacción. "La aparición del cadáver no modifica absolutamente en nada los hechos sobre los que se realizan las indagatorias", explicaron los voceros judiciales. Sin embargo, reconocieron que el expediente "seguramente será recaratulado", y en ese caso la figura que se imputaría a los policías sería la de "privación ilegal de la libertad en concurso con homicidio calificado".
Ataque similar
Una mujer de Villa Lugano denunció que su hijo Alejandro Aguilera fue víctima de un ataque similar al que sufrió Ezequiel. Contó que su hijo fue detenido por policías de la comisaría Nº 34, obligado a cruzar el Riachuelo y hasta baleado para que apurara el nado. Aguilera se salvó pero años después apareció colgado en lo que su madre calificó como una extraña muerte. (DyN)