Atilio Pravisani / La Capital
Santa Fe. - En lo que es considerado como una ofensiva de la cúpula del Arzobispado de Santa Fe para separar al juez Julio César Costa de la causa en la que investiga coacciones y presiones contra el padre José Guntern, los vicarios Hugo Capello y Mario Grassi presentaron una recusación contra ese magistrado. A raíz de eso quedó suspendido por segunda vez el careo programado entre ambos prelados y el canciller arzobispal Carlos Scatizza. El pedido de recusación fue presentado por el defensor Jorge Pegassano y estaría fundamentado en una información aparecida en distintos medios según la cual el juez Costa, luego del fallido careo del viernes pasado habría dispuesto una custodia policial en los domicilios de ambos, razón por la cual adujeron sentirse "perseguidos y discriminados", algo que fue considerado como un argumento totalmente inconsistente y calificado hasta de absurdo porque -según se dijo- nunca existió una medida emanada desde el despacho de Costa. Desde que el magistrado tomó el caso por lo sucedido en la noche del 22 de agosto pasado en la sede del Arzobispado demostró firmeza y seriedad a través de todo lo que lleva realizado en el proceso. Los careos entre los tres sacerdotes son considerados clave para el esclarecimiento del hecho, como también el testimonio del sacerdote Mario Mateo, quien anunció su retorno a Santa Fe al término de su viaje al Vaticano. Según fuentes judiciales esta recusación permite analizar dos hipótesis: como mínimo se busca un retraso en todo el proceso, y como máximo provocar el alejamiento de Costa de la causa. Ahora el magistrado deberá responder a la recusación y de su respuesta puede surgir una apelación que puede desembocar en que la decisión pase por la Cámara de Apelaciones en lo Penal, que integran los camaristas Julio de Olazábal, Daniel Amadío y Elbio Francini. De acuerdo a una comunicación del juzgado el vicario Capello y su par Grassi debían presentarse ayer en los Tribunales junto con Scatizza, pero los dos vicarios llegaron acompañados del defensor y presentaron la recusación. En los últimos días comenzaron a producirse una serie de hechos que en el foro local son considerados como muy sugestivos, puesto que observan una evidente relación entre ellos. Algunos profesionales citan como ejemplo la reciente defensa pública del arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, que efectuó sobre la situación de Storni, la decisión de éste y su secretario, el cura Mario Mateo, de presentarse ante la Justicia santafesina defendidos por un reconocido profesional como Eduardo Jauchen (a diferencia de los vicarios, que no designaron defensores), la negativa del arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, a responder el cuestionario que le enviara en un exhorto el juez Eduardo Giovannini, a lo que ahora se suma la recusación de Capello y Grassi, en una evidente estrategia que bien se puede presumir estaría pensada desde lo más alto de la jerarquía eclesiástica.
| Hugo Capello en Tribunales junto al defensor oficial. | | Ampliar Foto | | |
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