Un bombero sin cuartel, pero con mucha vocación, formó una asociación que en la práctica no existe; salvo para gestionar subsidios. Así lo denunciaron el jefe comunal de Ibarlucea, Juan José Prino, y el diputado radical Miguel Basaldella, quien advirtió la irregularidad al querer responder de buena fe a un pedido de la entidad. Al parecer, la Asociación de Bomberos Voluntarios de Ibarlucea tendría casi todo lo necesario para estar constituida como institución sin fines de lucro, salvo por un detalle: no tiene bomberos.
Como cabeza visible de la entidad aparece Alberto Soneyro, quien es conocido en el ambiente bomberil por su tenacidad para formar un cuerpo de bomberos, pese a que no está reconocido como tal. Soneyro estuvo al frente, de manera irregular, del conflictivo cuerpo de Granadero Baigorria, de donde se fue con problemas. Y en los últimos tiempos estuvo intentando formar una dotación en Ibarlucea, sin conseguir la anuencia de la comuna ni los vecinos.
Semanas atrás, cuando el diputado Basaldella revisó su correo se encontró con un pedido de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Ibarlucea, según constaba en el sello de la carta. Se pedía realizar una colecta para ayudar a la institución, que necesitaba "60 mil pesos para destinar a tres unidades de incendio" para una "estructura operativa de 575 kilómetros cuadrados" que incluye, además de Ibarlucea, a Ricardone, Luis Palacios y Lucio V. López". Para reforzar ese pedido, se adjuntaban datos sobre los vehículos por si "la excelentísima Cámara deseara hacer la gestión de compra" y luego donarlos. También se consignó en el pedido una clave bancaria del Nuevo Banco de Santa Fe para recibir los depósitos y un número de Cuit.
Aunque a Basaldella le llamó la atención que los bomberos de Ibarlucea tuvieran domicilio en Rosario, en el pasaje 1441 Nº 7747 (dirección que según el Correo Argentino no existe) intentó igualmente comunicarse para ver si podía ayudar en algo. Por ejemplo, quería saber cuánto hacía que el cuartel no recibía aportes de la Nación para ver si era necesario motorizar el pedido. "Como no había ningún teléfono en la carta -relató Basaldella- le pedía a mi secretaria que llamara a la comuna de Ibarlucea para obtenerlo".
Grande fue la sorpresa del legislador cuando se enteró de que en Ibarlucea no hay bomberos. Incluso corroboró esa información con la Federación Santafesina de Bomberos Voluntarios. "Esto me pareció muy peligroso, porque la gente suele colaborar de buena fe con los bomberos, incluso yo estuve a punto de caer en la trampa", dijo Basaldella, cuya indignación lo indujo a a presentar una denuncia penal en los Tribunales rosarinos para que se investigue.
"No queremos bomberos"
Quien no se mostró sorprendido fue el jefe comunal de Ibarlucea. Prino relató que esta historia comenzó antes de que él asumiera su cargo. "Soneyro -quien se adjudica ser jefe del cuerpo activo de Ibarlucea- quería armar un cuartel en el pueblo, pero a nadie le interesó. Entonces lo armó por su cuenta, con gente que no es de acá", relató Prino.
"Una vez que asumimos -continuó- vino a pedirnos un terreno. Pero algo de él no me convencía y le dije que lo íbamos a evaluar. Con el tiempo, como no lo habíamos llamado, envió un par de cartas medio intimidatorias diciendo que él tenía derechos y que quería hacer un bien a la comunidad. Y siguió adelante, al punto que en marzo de este año le otorgaron la personería jurídica, según me confirmaron en Santa Fe" (ver aparte).
Eso fue para Prino la gota que colmó el vaso. Fue a plantear el problema en el Ministerio de Gobierno, para aclarar que el pueblo no pidió un cuerpo de bomberos y ver cómo podía liberarse de esta molesta situación. "Este hombre actúa como si hubiera un cuartel de bomberos en el pueblo. Incluso una vez llegó a la comuna una disculpa formal de la Gobernación por no poder asistir a una invitación que le había cursado Soneyro. Además, fui averiguando que este hombre tiene antecedentes penales y me enteré de que alcanzó a recibir subsidios. Por ejemplo, uno de 150 pesos del Senado provincial".
El subcomisario
Alberto Soneyro es un viejo conocido del ambiente bomberil santafesino. Conocido por los conflictos que genera adonde va y porque "siempre luce un disfraz que no tiene nada que ver con el de los bomberos, con pantalón azul y vivos rojos, y una boina roja", según confió a La Capital un viejo servidor de la región.
"Fue jefe de cuerpo en Granadero Baigorria, en una situación muy complicada", se limitó a decir la titular de la Federación Santafesina de Bomberos, Graciela Arnaudo, aunque eludió dar más detalles. "Este tema lo tiene el Ministerio de Gobierno", apuntó sobre el caso Ibarlucea.
Nelio Franzutti, titular de la Regional I de los bomberos voluntarios de la provincia, también recordó a Soneyro. "Fue a rendir a la escuela de capacitación que tenemos en la provincia y sus conocimientos no le dieron ni para cabo. Sin embargo, se hace llamar subcomisario, un cargo que no abunda en la provincia".
Otro que dijo conocerlo bien es el delegado provincial de Defensa Civil en Rosario, Armando de Martín, quien indicó que Soneyro ni siquiera está reconocido como bombero. El funcionario relató que "luego de los problemas que tuvo en Baigorria presentó una nota pidiendo jurisdicción como cuerpo activo en Ibarlucea, Luis Palacios y Ricardone, lo cual fue rechazado".
De Martín explicó que Defensa Civil es la encargada de reconocer los cuerpos activos de bomberos, a solicitud de la federación santafesina. Esto no sucedió, por lo cual el cuerpo de bomberos de Ibarlucea no existe. Sin embargo, no se mostró muy sorprendido de la insistencia de Soneyro por formar un cuartel. "Es un hombre conflictivo", deslizó, aunque parece que su vocación de servicio no tiene límites.
La Ciudad
