Que el domingo habrá cambios en la formación leprosa no hay dudas. Es cierto que es prematuro confirmarlo el primer día de la semana, pero en el entrenamiento de ayer en Ricardone, Julio Zamora tiró pistas sin hablar o hizo los trabajos tácticos para despistar. Al menos por lo visto en el campo de juego contiguo al predio de concentración leprosa, el equipo que enfrentará el domingo a Boca tendrá caras nuevas y hasta sorprendentes. Es cierto que Damián Manso no entrenó por una molestia en la espalda y su presencia está en duda. Pero seguramente Zamora lo esperará porque hasta ahora lo bancó y es difícil que le quite el apoyo en un partido tan trascendente, sobre todo porque generalmente es en los que aparece el Piojo en su mejor versión. Igual, por las dudas, en los trabajos tácticos ensayó movimientos con Elvio Martínez (este torneo está en el freezer) y Gustavo Rodas como enganches. Aunque en el último movimiento jugó con dos equipos integrados por diez jugadores. Lo que sí sorprendió es que dos hasta ahora intocables pasaron al supuesto equipo de suplentes. El uruguayo Adinolfi (la defensa se paró con tres) y Mauro Rosales, ya que en su lugar ingresó el juvenil Nicolás Saucedo (ayer sí Zamora bancó a Sacripanti). El que volvió al equipo es Gastón Liendo, quien jugó en función ofensiva, mientras que el técnico sorprendió con la presencia del juvenil Fernando Belluschi como volante derecho. Con todas estas variantes y salvedades, el equipo principal que paró ayer el técnico (con diez hombres) durante el mayor tiempo fue con Domínguez, Grabinski y Crosa; Belluschi, Ponzio y Domizi; Liendo; Saucedo y Sacripanti. ¿El arquero? Passet o Palos. ¿El enganche? Manso, Rodas o Martínez. Pero esto fue un primer ensayo. Y sin la palabra oficial de Zamora (dijo que hablaría hoy) no se puede confirmar ninguna variante. Sobre todo por la actualidad leprosa.
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