Apertura 2002

Un cero acorde al hoy de Lanús y Gimnasia

Sus pobres realidades los llevaron a conformarse con empatar

Lanús y Gimnasia estuvieron acorde a su pobre realidad en el pálido empate en cero que protagonizaron anoche. Desde el arranque el partido fue trabado, sobre todo en la primera mitad, con muchos roces y escaso fútbol. Lanús intentó marcar diferencias por los laterales, pero Gimnasia esperó con dos líneas de cuatro bien definidas. Y coincidieron en algo: en la escasa apetencia ofensiva que los caracterizó en lo que va del torneo.
Durante la primera etapa los 15 minutos iniciales fueron lo mejorcito. En ese lapso hubo dos llegadas para cada uno y el que primero arrimó fue el Lobo, con dos disparos de media distancia de Castillo y en los que respondió acertadamente el arquero Flores.
Las dos restantes fueron para el equipo granate, primero un cabezazo de Bustos Montoya apenas alto y seguidamente el arquero Olave logró salvar milagrosamente la caída de su arco tras un cabezazo de su compañero Brusco.
Luego comenzó la lucha en el sector medio y algún pelotazo para los solitarios atacantes hasta el final de la etapa.
En el complemento mejoró Lanús, al menos cambió de actitud porque comenzó a tener más la pelota Leo Rodríguez, mientras que Gimnasia, resignado, se refugió cerca de Olave.
En medio de tanta mediocridad fue Lanús el que estuvo más cerca del gol porque fue el que más intentó ir al frente, aunque lo hizo sin ideas y sin un patrón de juego, sólo a los ponchazos.
El uruguayo Risso mantuvo preocupada a toda la defensa del equipo platense porque casi siempre ganó de arriba, pero careció de compañía, y de puntería.
En tanto, Gimnasia con el ingreso del colombiano Salazar encontró algo de oxígeno en el medio. Pero de atacar casi nada y aguantó todo el segundo tiempo en su arco. (DyN)