Pablo F. Mihal / La Capital
Solvencia, criterio, efectividad, los atributos más grandes que mostró ayer el Jockey Club Rosario y en los que giró la victoria frente a Tala por 50 a 22, en una de las semifinales del Torneo del Interior. Los rosarinos no dejaron dudas. Desde el arranque llevaron a cabo un libreto que por lógica decantación terminó en un partido a su medida. Los verdiblancos en base a una muy buena presión y una dinámica extraordinaria empezaron a hacer mella en la última línea cordobesa. En ese sentido, el trabajo de Alberto Di Bernardo a la hora de manejar los hilos y de facturar en el arco rival es digno de destacar. El apertura se cansó de mandar la pelota afuera (casi siempre dentro de las 22 que defendía Tala) y luego esperaba que el trabajo de sus forwards generara algún error para convertirlos en tres puntos. Tanto fue así que los primeros cinco penales fueron tan parecidos y de posiciones tan similares que pareció hasta tonto que Tala no se diera cuenta del planteo. Con los forwards cordobeses contenidos y ayudados por un rugby muy estático, lentamente Jockey fue hundiendo a Tala en tal desconcierto que, por momentos, le permitió lucirse. "Le está dando una milonga bárbara", se escuchó decir en las tribunas y con razón ya que el verdiblanco demostró una vez más que tiene un ataque que es letal. Fue tanta al superioridad que el partido, por momentos, hasta fue aburrido. Tala no podía salir de su asombro. Era sometido en donde teóricamente tenía su punto fuerte: en sus forwards. Esto pudo comprobarse no sólo en el scrum (Taborda lo derribó en reiteradas oportunidades) sino también en los rucks donde Jockey hizo un trabajo muy prolijo y desde donde organizó varios contraataques. Y cuando la pelota llegó a los backs (sobre todo en el período final), estos demostraron lo que sabían hacer con ella en su poder. Se equivocaron poco y perdonaron menos. Los centros rosarinos ganaron la pulseada de la tarde y los tres de atrás no tuvieron mayores inconvenientes. El amor propio, sumado a la urgencia por descontar, posibilitó el descuento de Tala, que sobre todo cerca de la media hora logró reagrupar mejor a sus delanteros y atacar utilizando el eje profundo como era de esperarse. Sin embargo, esa reacción sólo le sirvió para descontar algunos puntos. Una vez que pasaron los embates, Jockey volvió a tener el control del partido y esperó los minutos finales con la misma concentración del comienzo. El try de Di Bernardo, ya en el final, además de ser una muestra de ello fue la frutilla del postre. Jockey, otra vez, se metió en las finales del Interior. Y va por más.
| |