Por lo presenciado ayer en el Olaeta, se nota que el lastre psicológico del momento futbolístico que sacude a Argentino acumula cada vez más apremios. Si Freud viviera y le pasaran el replay de la presentación salaíta ante Sarmiento de Junín se daría tal panzada que no habría manera de confundir el diagnóstico. Es más, la visión que brota es que cuando el equipo de Taffarel no tiene problemas, se esfuerza por buscarlos. De lo contrario no se explica cómo se dejó arrebatar en la cara un resultado que tenía en el bolsillo hasta 20 segundos antes de que se cumpliera el tiempo de descuento y que al final redondeó un 2 a 2 con ánimo de derrota justo en la antesala del clásico ante Central Córdoba de la próxima semana.
Por todo eso, no fue una saludable puesta en escena de Argentino. Encima, el empate final le dejó una imagen de orfandad, porque lo mejor suyo se había instalado en la primera etapa cuando se fue en ganancia y el cierre lo encontró peligrosamente como un equipo de emergencia, que anda siempre con la sirena puesta y que es capaz de colapsar ante el menor imponderable que se le presenta.
Por eso, la postura ambiciosa que ejercieron los salaítos en los primeros minutos resultó apenas un espejismo. Si bien en ese lapso Pierani aprovechó una habilitación de Ferreyra para abrir el marcador y Amaya martilló de cabeza para borrar la percepción que inauguró la transitoria igualdad de Widmann, el plan empate de los verdes se gestó a partir de una virtud básica para resolver las contrariedades. No se desesperó ni cuando se quedó con un hombre menos por la expulsión de Paez y capitalizó el desdén local en la tenencia de la pelota.
A esa altura, el área rival se convirtió en una zona inexplorada y virgen para los delanteros salaítos. Y esa posición de frente a la realidad terminó por sepultarlo cuando el ingresado Llamos recogió un rebote en las narices de Campestrini -ingresó por el lesionado Cáceres- e hizo que la justicia final se diera una vuelta por el barrio Sorrento.
Argentino también perdió su batalla privada, porque no supo dar el paso de los tres puntos y porque hizo posible mutar una victoria segura en un reparto de puntos que seguramente le jaqueará la autoestima y los lazos de confianza para enfrentar en la fecha que viene a los charrúas.
Síntesis
Argentino 2: Cáceres - (23' Campestrini 6); Vella 5, Cerioni 6, Evangelista 5 (46' Calabuig 5) y Villarreal 5; Raschetti 5, Rubio 6, Arce 5 y S. Ferreyra 7; Amaya 6 y Pierani 6 (62' Ojeda 4). DT: A. Taffarel.
Sarmiento 2: De Giulio 6; Mastrángelo 5, Antunez 6, Villagarcía 5 (87' Llamos) y Páez 5; Widmann 6 (62' C. Moreno 5), Alonso 5, M. García 6 y M. Ramírez 5; Lo Bianco 6 y Ferradas 4. DT: A. Moralejo.
Estadio: José Martín Olaeta.
Arbitro: Pablo Castagnino.
Goles: 8' Pierani (A), 11' Widmann (S), 40' Amaya (A) y 90' Llamos (S).
Expulsado: 73' Páez.