Año CXXXV
 Nº 49.608
Rosario,
sábado  21 de
septiembre de 2002
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Robaron los sueldos de los empleados de un sanatorio

La administradora de un sanatorio de la zona norte de la ciudad fue asaltada por dos hombres armados cuando regresaba en un taxi al centro asistencial con el dinero destinado al pago de los sueldos de los empleados del nosocomio que poco antes había retirado en un banco del microcentro rosarino. Los maleantes se apoderaron del portafolios con más de seis mil pesos y desaparecieron en un auto.
El suceso ocurrió en el mediodía del jueves. Cerca de las 12.30 de ese día, María Luisa Drigo, directora administrativa del sanatorio Vieytes, llegó al Banco de Santa Fe, de Santa Fe y San Martín, para cambiar 6.240 lecops por pesos. Según contó Drigo, con el dinero en un portafolios, caminó en dirección a esa esquina cuando un muchacho "bien vestido que venía a la carrera me empujó en el hombro y me torció la mano" para apoderarse del maletín.
Pero Drigo no estaba dispuesta a entregar el dinero y resistió el atraco. Forcejeó con el ladrón y frustró el robo: la mujer se quedó con el portafolios y enseguida se subió a un taxi. Entonces comenzó a recorrer el trayecto que la separaba del sanatorio Vieytes -ubicado en Vieytes al 2600. Cuando el chofer llegó a Alvarez Thomas, a pocos metros de la calle mencionada, el auto en el que viajaba Drigo fue interceptado por un Renault Clío.
Con rapidez, bajaron del rodado dos hombres armados y se introdujeron en la parte trasera del taxi. Allí mientras la encañonaban con un revólver, los asaltantes le exigieron a la mujer el dinero que llevaba. "Dáme la plata que sacaste", le ordenó uno de los delincuentes mientras el otro arrojaba las llaves del taxi a la calle.
Entonces, luego de que le asestaron un culatazo en la mano, la mujer les entregó el maletín con el efectivo, que estaba destinado al pago de los sueldos de los empleados del sanatorio.
Con el dinero en su poder, los asaltantes se subieron al Clío "rojizo" y desaparecieron. Ayer a la tarde, Drigo, en diálogo con La Capital, se lamentaba por el atraco que sufrió. "Lo que más preocupa es que la plata era pagar los sueldos de los empleados", dijo.


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