Los robos en casas de familia se han multiplicado desde la implantación del corralito del sistema bancario. Un estudio realizado por la Oficina Judicial de Causas con Imputados no Individualizados de los Tribunales rosarinos determinó que desde el 1º de enero de este año y hasta el 15 de mayo los asaltos en casas de familia y en la vía pública aumentaron un cincuenta por ciento con respecto al período anterior.
El relevamiento fue realizado en base a los partes policiales de denuncias hechas por personas que sufrieron robos. Entre mediados de agosto y el 31 de diciembre de 2001 el monto del dinero robado fue de 658.700 pesos. Entre el 1º de enero al 15 de mayo esa suma aumentó a 971.400 pesos. Y a partir de mediados de mayo de este año el porcentaje subió de manera notable: hasta el 29 de agosto la suma de dinero robada en casas de familia y la vía pública alcanzaba ya los 2.448.437 pesos. Ese monto no incluye los robos a comercios y a cajeros bancarios.
Los autores de estos robos son personas desconocidas, aún no individualizadas ni detenidas, por lo que deben añadirse los atracos cometidos por delincuentes reconocidos y apresados. Al respecto debe tenerse en cuenta que en un juzgado de instrucción ingresan por turno -en una semana- trescientas causas, de las cuales la mayoría son delitos contra la propiedad. Si se considera que hay catorce juzgados de instrucción en Rosario, los jueces reciben por turno cuatro mil doscientas denuncias, de las cuales la mayor parte son robos y robos con armas. A esto se suman los hurtos, que son investigados por los juzgados correccionales.
El panorama indica que los robos a viviendas rosarinas se ha multiplicado desde que la gente guarda valores en sus domicilios, como efecto del corralito y la desconfianza en el sistema financiero. Los montos de dinero que se sustraen detectados por la oficina judicial oscilan desde sumas exiguas -seis pesos- hasta cantidades importantes -doscientos mil pesos.
Uno de los casos que llamó la atención es el de una persona que guardó doscientos mil pesos en un tarro que enterró entre unos escombros de su casa. Esto no fue impedimento para que la desafortunada víctima fuera despojada de los ahorros de toda su vida. Funcionarios judiciales indicaron que cuando se trata de robos de grandes sumas como el caso mencionado "no hay dudas de que son batidas y que los asaltantes saben exactamente qué van a buscar y dónde encontrarlo". En este sentido, los investigadores recomiendan a la gente no comentar que guardan dinero en sus viviendas para evitar los atracos.
Los modos de ingresar a los domicilios son variados, desde la fuerza y la amenaza hasta el cuento del tío. En muchos casos las víctimas abrieron sus puertas a personas que iban a vender planes de ahorro, pero luego se encontraron con que eran asaltantes que les exigieron la entrega de joyas y dinero.
Las denuncias de robos en general no cesan y hasta la fecha la Oficina de Causas con Imputados no Individualizados recibió cerca de 26.000 partes policiales. Se espera que a fin de año la cifra aumente a 40.000 causas, la mayoría por robos.
Sustracción de automotores
Los robos de automóviles, especialmente en la zona de Pichincha, ha crecido también en forma significativa. Entre agosto y diciembre del año pasado el promedio diario era de dos autos y medio por día. Hoy el promedio de autos robados en Rosario alcanza las tres unidades por día. Hasta hace unos meses los autos preferidos eran aquellos que tenían gas. Hoy para los delincuentes eso ha pasado a ser un detalle más. "No tenía GNC y me lo robaron igual", dijo apesadumbrado un denunciante. Antes los vehículos se robaban por lo general durante la noche, "pero desde hace un tiempo -dijo un funcionario judicial- se roban a cualquier hora".
Todos los días ingresan a la oficina judicial no menos de 160 partes denunciando robos cometidos por personas no identificadas. Pero estos no son los únicos robos que se cometen en Rosario, por cuanto hay muchos ilícitos que la gente decide no denunciar por diversas razones, entre ellas la sensación de que el caso no será dilucidado.
Sin embargo, a partir de la creación de la oficina muchos hechos han podido esclarecerse mediante la coincidencia del modus operandi. Jueces y policías en ocasiones concluyen en que la característica de realizar un atraco o un ilícito puede corresponder a un imputado ya conocido y comienza una investigación que en ocasiones llega a buen término.