Caso Melmann: Testigo clave con paradero desconocido

Mar del Plata.- Una funcionaria de la Dirección del Menor de Miramar declaró ayer en el juicio por el crimen de Natalia Melmann que un joven alojado en un hogar de menores y cuyo paradero actualmente se desconoce, le manifestó a ella y a la policía que vio cuando la chica fue interceptada por una camioneta policial.
La testigo, Mercedes Cabrera, dijo que Sebastián Gómez, que vivía en el hogar El Pinar de ese balneario, manifestó que en la mañana del 4 de febrero de 2001 vio a Natalia alejarse caminando de la discoteca Amadeus y que en ese momento era interceptada por un vehículo policial.
En las primeras jornadas del juicio, otra testigo, Carlota del Valle Soria, había dicho que Gómez le dijo a ella que vio cómo Natalia era introducida de los pelos en una camioneta policial.
Cabrera declaró que Gómez se alojaba en el hogar por ser menor de 21 años, pero que tenía permiso para salir a bailar y que esa madrugada lo hizo, concurriendo junto a una amiga a la discoteca Amadeus, el último lugar donde fue vista Natalia con vida.
"Cuando surge que esta chica estaba desaparecida, Sebastián le contó a la encargada del hogar, a la asistente social y a mí que vio que aquella mañana había sido interceptada por una camioneta policial blanca, con las luces del techo rotas", dijo Cabrera, refiriéndose a las balizas azules características.
Añadió que ante tales manifestaciones, lo acompañaron a la comisaría de Miramar, donde Gómez "relató lo que vio en una pequeña oficina interna, a un policía de civil que no sé cómo se llamaba ni qué grado tenía, y que nos dijo que ya tenían ese dato, por lo que no era necesario tomar su declaración", señaló Cabrera.
Cabrera también refirió que, unos días después de que Gómez fue a la seccional a contar lo que había visto, "dejaron en la puerta del hogar una esquela que decía "Melena (en alusión a Gómez), te tenemos fichado, sos boleta, andá rezando". (Télam)