Bogotá. - En lo que se transformó en el primer gran éxito militar del presidente Alvaro Uribe desde su asunción el pasado 7 de agosto y en el que por primera vez contó con la anunciada colaboración de "civiles informantes", la fuerza aérea colombiana culminó una operación en la que murieron unos 200 miembros de las Farc. La ofensiva, la más intensa que se desplegó desde la posesión presidencial de Uribe, se llevó a cabo en un área rural del municipio de Ituango, en los límites entre los departamentos de Antioquia y Chocó y fronterizo con Panamá, señaló ayer a la prensa el general Héctor Velasco, comandante de la fuerza aérea colombiana. "Sabemos que los golpeamos muy fuerte", afirmó el oficial.
Medios de prensa pudieron corroborar la información oficial y fuentes de la fuerza aérea colombiana confirmaron también que para la operación trabajaron los denominados "civiles informantes" brindando apoyo logístico a los militares. "En esta operación de Ituango -explicó la fuente consultada- se contó con el apoyo de los civiles que comunicaron información muy valiosa para poder dar con los campamentos rebeldes". La iniciativa que Uribe anunció durante su campaña "empezó a funcionar también en las zonas de Valle Dupar y Santander, arrojando excelentes resultados porque se pudo impedir acciones terroristas".
Información por recompensa
Consultada respecto a si los civiles son contratados por el gobierno, la fuente lo negó terminantemente y aclaró que "cuando la gente da información veraz -que luego es debidamente corroborada con estudios de seguridad- a esas personas se les da una recompensa". El operativo en cuestión comenzó a realizarse hace más de un mes con trabajos de inteligencia, pero la faz operativa propiamente dicha "demandó tres días", agregó la misma fuente. Allí, unos 200 rebeldes de las Farc murieron durante un bombardeo lanzado por la fuerza aérea contra dos campamentos ubicadas en una zona selvática del noroeste de Colombia, en la frontera con Panamá.
El comandante de la fuerza aérea recordó también que en operaciones que se desarrollan desde el pasado 7 de agosto en la zona del cañón del río Duda (sureste), "por lo menos otros 100 guerrilleros fueron abatidos en bombardeos".
La ofensiva aérea coincide con la desplegada por las tropas en los últimos dos días en los departamentos de Antioquia, Norte de Santander y Cundinamarca, del que Bogotá es capital. En esta última región, los militares abatieron el jueves a 13 rebeldes durante una operación de rescate en la que perdió la vida un rehén y otras dos personas que permanecían en poder de ese grupo fueron liberadas.
Facultades especiales
Al amparo del estado de conmoción interna, Uribe expidió en pasados días un nuevo paquete de medidas para enfrentar a las Farc y demás grupos ilegales, así como restablecer el orden en aquellas zonas afectadas por el conflicto armado. El gobierno otorgó facultades especiales a las fuerzas armadas para realizar capturas o allanamientos sin una orden judicial previa. Asimismo, el Ejecutivo anunció la creación de las "zonas de rehabilitación", donde las fuerzas militares podrán restringir la movilización de las personas y el derecho a residencia. En esas áreas, que serán delimitadas por el gobierno, Uribe podrá designar a un comandante militar para que asuma el control de la fuerza pública y facultar a las autoridades civiles para que utilicen bienes privados en las labores de apoyo al ejército y la policía.
Las autoridades también están habilitadas para interceptar comunicaciones a partir de una autorización verbal e inspeccionar vehículos, aeronaves o viviendas, donde se presuman puedan estar escondidos sospechosos o almacenadas armas y explosivos.
Velasco reveló que las Farc y los paramilitares de extrema derecha cuentan con aviación propia. Agregó que "son aviones y helicópteros de fachada en algunas compañías, que usan para sus vuelos ilícitos de narcotráfico, para mover a sus cabecillas y otros aspectos logísticos". (Télam y DPA)