| | cartas ¿Encargados del orden?
| Soy uno de los miles de hinchas canallas que viajaron a Santa Fe para ver a Central y no quiero dejar pasar por alto el espectacular operativo por parte de la policía de Santa Fe. No sólo porque no permitieron ningún tipo de enfrentamientos entre las hinchadas, sino que además se portaron de primera con los hinchas de Central. Pero la mancha negra la dejó la Policía de Rosario en el cacheo a los hinchas en el primer peaje (aclaro que mi colectivo no era el de la hinchada y que la mayoría eran socios del club); nos hicieron bajar y revisaron de muy mala manera, nos separaban las piernas pegando patadas en los tobillos y nos insultaban permanentemente. Cuando fue mi turno el policía que me revisaba me sacó el gorro de Central de un manotazo, lo tiró al suelo y me dijo al oído: "esos colores de porquería". A otro le pisotearon la bandera, a otro le dieron un palazo por salirse un metro de la fila, y así una tras otra, todo al costado de la autopista. No entendíamos porqué tanta mala onda, si hasta cuando subimos al micro para seguir los sandwiches que habían llevado algunos chicos estaban todos tirados en el pasillo y pisoteados. Una vergüenza, y es imposible contar la impotencia que se siente en ese momento. Cuando llegamos a la cancha lo comenté a los demás hinchas que venían en otros micros y todos contaban maltratos, empujones, patadas, pero sólo por parte del cacheo policial rosarino, y ahí lo confirmé: esos policías eran hinchas de Ñuls y no aguantaban su fanatismo. Resumiendo, la gente de Colón, muy tranquila; la gente de Central no provocó ni un desmán a pesar de la derrota; la policía de Santa Fe "10" puntos, la policía rosarina... mmm. Marcelo Fabián Gregori
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