Rodolfo Bella / La Capital
Carlos Perciavalle presenta hoy, a las 21, "El show de Carlos Perciavalle" ("Al este en el paraíso"), en el hotel Presidente, Corrientes 919. El actor advirtió a La Capital desde su casa de Punta del Este que se trata de un espectáculo con ciertas diferencias en relación al estilo de humor con el que transitó su carrera en el café concert, ya que moderó las críticas a los políticos y a las figuras de la farándula. "Creo que es un espectáculo mejor y en este momento lo que yo, personalmente, tengo que hacer -explicó Perciavalle- es transmitir un mensaje de esperanza, optimismo y hacer reír, y no dividir para reinar, sino unir para sobrevivir". -¿En qué sentido calificás a este espectáculo como "mejor"? -Creo que es mejor porque toco zonas de mi sensibilidad y la del público que no estaba habituado a hacerlo. Es habitual en mis espectáculos hablar mal de la farándula, de los políticos, hacer una aguda crítica social y del momento político, y creo que en este momento lo que yo, personalmente, tengo que hacer es transmitir un mensaje de esperanza y optimismo. -¿Cuál es la función del humor en este momento? -Es una función fundamental. El único pueblo que no puede ser dominado es el pueblo que se ríe. Ahora más que nunca hace falta reírse y tomar distancia para aprender. Yo medito y eso quizás haga que vea las formas en forma distinta. Después de unos cuantos años aprendí a mirar para adentro y no tanto hacia afuera. Cuando lo hacés te das cuenta que tanto las puertas del cielo como del infierno están dentro de uno. Por eso en un momento como este el humor es clave. En un momento tan difícil como este es clave seguir celebrando la vida y tener esperanza. -¿Era más fácil reír en otro momento? -El don de la risa es una cosa genética y para mí no es más difícil, sino más necesaria. A mí me gusta hacer reír. Yo nunca hubiera pensado que iba a ser un actor cómico. Yo hubiera querido ser un actor dramático, como Alfredo Alcón, pero me subo a un escenario y es como si me invadiera un extraterrestre y me da mucho placer hacerlo. No creo que ahora sea más difícil que antes. Creo que hacer reír es una misión que tengo en esta reencarnación y trato de hacerla lo mejor posible. -¿Cómo canalizas tu parte dramática? -Por ejemplo, este verano voy a hacer un espectáculo con Fernando Peña en Mar del Plata en un papel dramático, sin lentejuelas, con un bastón, un actor fracasado, un papel lindísimo, en una obra divina. Hice algunas cosas pero no demasiadas. "La jaula de las locas", "Cabaret" o "El diario de Adán y Eva" fueron buenos espectáculos, pero creo que tengo recién 61 años y tengo mucho camino por recorrer y voy a poder hacer de todo. Algún día quizás pueda hacer "Ricardo III" que es lo que siempre me hubiera gustado hacer. -¿Qué opinás de que un actor tome la palabra que le correspondería a los políticos, como es el caso de Nito Artaza? -Creo que Nito siente la necesidad de hacerlo y lo hace. Además el debe tener plata suya en el corralito o querrá usar su poder para ayudar y me parece muy bien. Creo que el rol de los políticos está siendo cada vez menos importante. Avanzamos hacia una sociedad en la que tenemos que sobrevivir juntos. Los políticos hacen tajos y el artista tiene que zurcir los remiendos de lo que ellos cortan. Creo que Nito es un buen zurcidor, sobre todo porque, según dice, no tiene ninguna aspiración política. -¿Te interesaría volver a la televisión? -Me ofrecen permanentemente, pero no sé... Me gustaría hacer un show muy optimista, muy lindo, con mucho despliegue, lujo y bailarines, vestuario, lo más internacional posible, pero pasa que estamos en un momento bastante difícil. De todas maneras, no es lo que más me gusta. Me gusta el teatro. Si hice televisión en un momento fue porque era una oferta muy especial de poder hacer lo que quería. -¿Cómo ves el panorama de la televisión actualmente? -Veo poca televisión. Soy más de leer, y además la veo con el control remoto en la mano. No creo que sea positivo ponerse a criticar lo que está en la televisión abierta, sino que habría que hacer cosas mejores. Creo que es una manía nuestra criticar todo lo que hacemos. -¿Qué pensás de los mediáticos? -Están porque, aunque parezca mentira, dan rating. Yo ni sé quienes son y no se porqué me nombran a gente que no es artista. Yo soy grande y cuando veo esa gente que no se quien es cambio de canal. -¿Cómo recibiste las declaraciones del presidente Jorge Batlle que calificó a los argentinos de ladrones? -Pienso que hizo mal en pedir perdón porque no le creyó nadie. El, por supuesto, se estaba refiriendo a la clase política argentina y no se estaba refiriendo al pueblo porque si hay algo que tiene Batlle es inteligencia. Pero también pasa que a veces el periodismo interpola las palabras. Creo que la Argentina no es un país, sino veintidos. Cuando volví pensé que me iban a decir cosas horribles sobre eso, pero me encontré con gente que me decía que Batlle se quedó corto. -¿Los uruguayos que piensan? -Sufren mucho porque ¿quién no tiene un familiar argentino?. A mí me pasa. La mitad de mi familia es argentina. Mi éxito y mi carrera la hice en la Argentina y se lo debo. Eso lo diré siempre. -Sos amigo de Carlos Menem, ¿qué opinás de su situación actual? -Me une una gran amistad, le tengo mucho cariño y es un hombre muy cercano a mi corazón. Vino a todos mis espectáculos, hablamos mucho de teatro y es un hombre con una paz interior increíble. Por todo eso preferiría no hablar de política, pero creo que como candidato está pasando un momento muy bueno. El una vez dijo que iba a sacar a la Argentina de una situación caótica y lo hizo. Ahora promete que si se puede hacer cargo lo hará de nuevo y yo le creo. Yo le tengo fe.
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