Como un emergente de la generalizada crisis surge que sólo un tercio de los 9 millones de afiliados al sistema de capitalización previsional realiza mensualmente sus aportes. Así se desprende de las estadística de recaudación que maneja por la Superintendencia de Fondos de Jubilaciones (SAFJP), las cuales abren un interrogante sobre el futuro de las jubilaciones en Argentina, tanto de sistemas de reparto como privadas.
"Actualmente los jubilados cobran por lo menos un haber muy bajo, pero si esta situación de morosidad no se revierte, en el futuro habrá una elite privilegiada, los que tiene aportes y capitalizan, y una inmensa mayoría que no tendrá cobertura previsional", sostuvo una fuente consultada del sistema de jubilaciones y pensiones.
Cuando en 1994 se implementó el régimen de capitalización previsional (privado) en un sistema mixto con el de reparto (estatal), varias administradoras de jubilaciones y pensiones desembarcaron en el país atraídas por las interesantes perspectivas del negocio, con una estimación de 70 por ciento de aportantes sobre afiliados.
El debate contó con numerosos detractores de la "jubilación privada" que cuestionaron las comisiones que cobrarían las AFJP y el déficit que generaba en las cuentas públicas, y otros que la defendieron invocando la posibilidad de seguir de cerca los aportes y lo que entendían como el fin de las jubilaciones "truchas" y la posibilidad de evitar un "saqueo de las cajas".
A poco más de ocho años de la transformación del sistema previsional la situación es muy distinta, derivada de una recesión económica que ya lleva cuatro años y un récord histórico de desocupación, sumados al empleo "en negro" y la evasión.
De acuerdo con cifras de la superintendencia al 31 de julio último, las afiliados al régimen de capitalización son 9 millones, con un crecimiento del 0,2 por ciento respecto del mes anterior.
No obstante, el número de aportantes en julio fue de 3 millones, con un aumento del 5% respecto del mes anterior y una caída del 8% en relación con igual mes del 2001. Del total de aportantes, el 96 por ciento son trabajadores en relación de dependencia.
Estas cifras indican que sólo un tercio de los afiliados al sistema de capitalización son aportantes, relación que anualmente se fue deteriorando a medida que se agudizaba la crisis social y económica.
La situación en el sistema de reparto (estatal) no es mejor que en el privado, pues de aproximadamente dos millones de afiliados sólo 600 mil fueron aportantes en julio, con 300 mil adherentes al monotributo que hicieron su contribución.
Por otra parte, al 31 de julio los fondos de jubilaciones y pensiones en el sistema de capitalización acumulaban 36 mil millones de pesos, con un incremento del 3% en comparación con junio. No obstante, las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones no abandonan su postura contraria a la pesificación de los títulos públicos que tienen en su poder, que representan el 79 % de los fondos, y aseguran que mantendrán el reclamo de que sean nuevamente dolarizados.
Los que trabajan en negro
Si bien quienes no registran aportes se sitúan en la franja de trabajadores inscriptos, los mas afectados en cuanto a recibir en el futuro una retribución jubilatoria son los que hacen trabajos en negro, que no sólo no cuentan aportes de ningún tipo sino tampoco tienen la posibilidad de modificar sus condiciones laborales.
En el Gran Rosario el 22% de los trabajadores están en esa situación irregular, lo cual representa alrededor de 90 mil personas. En el país la cifra alcanza el 38% de los asalariados.
El sector con más altos índices de irregularidad es el de empleadas domésticas, según una encuesta de hogares hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).