Año CXXXV
 Nº 49.604
Rosario,
martes  17 de
septiembre de 2002
Min 6º
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La Liga Nacional es el ejemplo a seguir
El torneo de básquet cumple 20 años de fructífera labor

Si bien el trayecto glorioso de estos 20 años de Liga Nacional de básquetbol (se cumplen hoy), por imperio de las circunstancias económicas que atraviesa el país, se encuentra en una curva descendente, la elipse trazada a lo largo de todo este tiempo bien podría ser tomada como ejemplo para otras actividades como el fútbol mismo.
La liga tuvo su punto de partida a fines de 1982 y fue alcanzando su pico máximo de desarrollo ya entrados los años 90, para llegar al nuevo siglo en pleno auge, con un básquetbol en pleno crecimiento, que aportaba figuras no solamente a Europa sino también que empezaba a hacer históricamente pie en la mítica y hasta entonces inalcanzable NBA.
Con una estructura que se fortaleció a partir de la retroalimentación federalista entre capital e interior, la competencia, bien sazonada con el aporte de extranjeros -especialmente estadounidenses- de buen nivel, hizo crecer a la liga hasta convertirla en la más importante de Latinoamérica.
Y justo ahora, cuando se debía preparar para celebrar como verdaderamente se lo merecía sus 20 años de existencia, la realidad económica del país la encuentra sumida intempestiva y lamentablemente en el momento más deprimido de su historia, aún peor que en el año de su creación.
De hecho y como para muestra sólo hace falta un botón, a menos de 15 días para el comienzo de la que será la vigésima edición liguera apenas tres extranjeros están inscriptos entre los equipos participantes, cuando la anterior empezó con la misma cantidad, pero por plantel.
Este presente, cargado de sombras en el plano local pero resplandeciente allende las fronteras, algo que también ocurre con el fútbol (Mundial de Corea-Japón al margen), puede ampliar la comparación entre ambos deportes, aunque con efecto cronológico regresivo, algo muy a tono con esta época en que en el país se está volviendo forzosamente a las fuentes.
Es que en los orígenes del Campeonato Nacional impulsado por Valentín Suárez en 1967, la estructura del fútbol era bastante similar a la del básquetbol actual, ya que los equipos más importantes del interior competían con los de la primera división A de AFA, a distancia de lo que ocurre ahora, cuando se los agrupa en un plano inferior.
Porque la B Nacional no es otra cosa que la segregación del fútbol del interior de los primeros planos, lo que invariablemente obligó a plazas muy valiosas y de neta raigambre futbolera como por ejemplo Tucumán, que tiene hoy a sus dos equipos más representativos, Atlético y San Martín, compitiendo en los torneos Argentinos A y B, respectivamente.
Seguramente si se volviera a aquel sistema de campeonatos Metropolitano y Nacional podría revitalizarse el interés económico en los equipos del interior, ya que tal como están las cosas hoy en día en el fútbol argentino, queda demostrado que los planteles no necesitan de grandes refuerzos para competir en un plano de igualdad con los de primera.
La gran depresión de principios del tercer milenio obliga a retroceder en el tiempo y tratar de abaratar la forma de vida. Las que deben avanzar tienen que ser entonces las ideas. Y pensar en tiempo pasado para crecer en el futuro no sería entonces retroceder, sino apenas tomar envión como para arrancar con más fuerza. Después de todo, cuando se toca fondo, como dice Joan Manuel Serrat, lo único que queda es "ir mejorando". (Télam)


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