Unión y Colón les diagramaron a los equipos rosarinos una semana difícil, porque con sus triunfos bajaron abruptamente las acciones de la ilusión de Central y Newell's, que coincidentemente sumaron sus segundas derrotas en el torneo luego de exhibir malas actuaciones.
Claro que los problemas para auriazules y rojinegros no concluyeron con los resultados adversos y los mediocres funcionamientos, porque tanto César Luis Menotti como Julio Zamora ahora también deberán encontrar variantes en sus planteles para suplir las ausencias que se originaron este fin de semana por lesiones y expulsiones.
Ante este inesperado cuadro de situación, los respectivos planteles ya comenzaron ayer el trabajo de recuperación para enfrentar los próximos desafíos, dado que luego de lo sucedido el sábado y domingo ningún adversario se presenta a priori como accesible. Ni Chacarita lo será para Central el viernes en el Gigante y tampoco Banfield para Newell's el sábado en Buenos Aires.
El fantasma sigue vigente
La caída con Colón volvió a ubicar a Central en la zona de la promoción, y la preocupación por el promedio sigue vigente, aunque luego de la segunda derrota apareció con mayor presencia en el consciente colectivo auriazul, motivo por el cual se acentuó la necesidad de sumar puntos, independientemente de la ubicación expectante que aún conserva en la tabla de posiciones.
Pero la labor de sumar presenta contratiempos lógicos con el devenir de los partidos, ya que el trajín del Apertura comenzó a originar ausencias. Una de las más notorias será la de Daniel Quinteros, quien, más allá de la postura original del médico Horacio Leali, evidenció el domingo pasado que su lesión meniscal en la rodilla derecha es de consideración -tal como lo informó oportunamente Ovacion- y que indefectiblemente deberá ser sometido a una artroscopia.
A esta baja se le suma la del lateral izquierdo Germán Rivarola, que fue expulsado en el final del encuentro del domingo luego de cometerle una infracción a Mina Polo.
Estas exigencias requerirán de la experiencia de Menotti para encontrar las mejores alternativas para ocupar las vacantes, al tiempo que el DT también tendrá la misión de que sus dirigidos reafirmen el compromiso con el juego que pretende y que por momentos alcanzó en los partidos anteriores al que disputaron con los sabaleros.
Pierde posiciones
Por el lado de Newell's la situación es de idéntica preocupación en cuanto a lo futbolístico, porque cuando todo hacía suponer que la victoria ante Nueva Chicago en Mataderos era el indicador de haber superado el mal trance del clásico perdido, el sábado volvió a perder como local ante Unión tras marrar un penal a favor y jugar muy mal, derrota que relegó las expectativas rojinegras por disputar el primer lugar del Apertura.
El equipo de Zamora no logra recuperar el eficiente funcionamiento que mostró en Avellaneda ante Independiente, y sin dudas que esto se convirtió en la extrema necesidad del técnico y de los jugadores para que los hinchas vuelvan a confiar en las posibilidades de este proyecto.
En este sentido, el DT leproso ya ensaya modificaciones para ejecutarlas en el partido con Banfield, y las mismas apuntan a replantear el desempeño ofensivo del equipo.
Pero al igual que Central, los del Parque también enfrentan el problema de los lesionados, y en este aspecto es muy probable que el arquero Oscar Passet no pueda actuar debido al inconveniente muscular en el isquiotibial derecho, cuyo diagnóstico se conocerá hoy luego de los estudios que le realizarán los médicos.
No obstante, Zamora ya podrá contar con Crístian Grabinski y Luciano Vella, quienes estarán en condiciones de volver al primer equipo si así lo dispone el técnico.
Para volver a ser
Central y Newell's necesitan imperiosamente volver al juego que les permitió ser protagonistas en el primer tercio del Apertura, condición imprescindible para que los hinchas de la ciudad mantengan vigente el pensamiento de que la paridad en el fútbol argentino es el mejor pasaporte para pelear en la realidad la concreción de cualquier sueño.
Aunque esta sensación rosarina sufrió una imprevista devaluación con los resultados frente a los equipos de la capital santafesina, que transformó a la euforia en mesura, y podrán retornar a la euforia si florecen los resultados con la llegada de la primavera.
La Ciudad
