Un ente multisectorial denuncia el alza del "gatillo fácil" en Santa Fe

El Foro Memoria y Sociedad registró una escalada de casos en el bienio 2000/2001

El total de muertes producidas por violencia policial en la provincia de Santa Fe, en episodios vulgarmente denominados de gatillo fácil, supera en número entre el año 2000/2001 a las producidas en el período 1983/1999. Así se desprende del séptimo informe del Foro Memoria y Sociedad, entidad que nuclea a organismos defensores de los derechos humanos, profesionales del derecho e instituciones sociales, y que fue dado a conocer ayer.
El trabajo, realizado sobre la base de publicaciones periodísticas, sostiene que entre 2000 y 2001 se produjeron en la provincia gobernada por Carlos Alberto Reutemann 87 casos de gatillo fácil, mientras que en el período 1983/1999 el número había trepado a 81. En tanto, explica que de esas 87 víctimas, la mitad (43) perdieron la vida en instituciones policiales y penitenciarias santafesinas.
El informe también presenta la sumatoria de víctimas desde la recuperación de la democracia y sostiene que entre el 10 de diciembre de 1983 y el 31 de diciembre de 2001 hubo en Santa Fe un total de 168 casos (71 de ellos en presidios), de los cuales 96 se registraron en la ciudad de Rosario, 20 en la capital provincial, 16 en Villa Gobernador Gálvez y 12 en la cárcel de Coronda, como los lugares con mayores índices.
De ese total, el trabajo de Memoria y Sociedad desagrega las víctimas por edades y de allí se extrae que 101 de las 168 muertes se registraron en la franja que va desde los 18 a los 29 años.
En otro orden, el informe detalla que desde la asunción de Reutemann a su segundo mandato, la provincia ostenta 91 víctimas de gatillo fácil, 75 de ellas durante los 20 meses que estuvo como ministro de Gobierno Angel Baltuzzi y 16 en los 120 días que el ministro fue Lorenzo Domínguez, todo ello bajo la gestión de Enrique Alvarez como secretario de la seguridad pública santafesina.
A la hora de hacer memoria sobre el período de referencia, el Foro destaca las muertes de Graciela Acosta, Juan Carlos Delgado, Yanina García, Claudio Lepratti, Miguel Pacini, Rubén Pereyra, Walter Campos y Ricardo Villalba, asesinados en las trágicas jornadas del 19 y 20 de diciembre pasados en el marco de la represión a las protestas y movilizaciones sociales que se repitieron en distintos barrios, aunque las distingue de las otras por la naturaleza política del contexto.
Más allá de esos casos, el listado enumera las misteriosas muertes de varios detenidos en dependencias policiales y carcelarias en circunstancias disímiles, como los casos de Hugo Domingo Andrés, Hugo Antonio, Carlos Aguier, Diego Aníbal Chamorro, Cristian Fernández, Ismael Fernández, José Luis González Castillo, Juan José Micelli, Luis Armando Oviedo, Carlos Diego Pereyra, José Manna, Miguel Angel Quiroz y Roberto Ruiglio.
También se recuerda el triste final de la vida de Francisca Calafat, asesinada el 9 de octubre de 2001 dentro de un supermercado de la zona sur de Rosario por una bala policial disparada por un agente que pretendió abortar un intento de asalto en el local. O el caso de Esteban Vicente Cabral y Rubén Alberto Ortega, muertos a balazos por agentes del Comando Radioeléctrico que los sorprendieron mientras dormían en una precaria vivienda el 4 de febrero de 2001. A los hombres los acusaron de apedrear a un colectivo de larga distancia desde un puente de avenida de Circunvalación. Según el parte policial, al llegar los agentes a la casilla se produjo un tiroteo, aunque los testigos hablan de fusilamientos.