La policía vasca disolvió una manifestación ilegal

Eran separatistas radicales que se reunieron en Bilbao

Madrid/Bilbao. - Enfrentamientos entre la policía vasca y manifestantes nacionalistas radicales se produjeron en Bilbao, en el marco de un encuentro de separatistas vascos que había sido declarado ilegal.
Una masa de miles de simpatizantes del partido nacionalista vasco Batasuna (Unidad) se habían dado cita en Bilbao, a pesar de que la Audiencia Nacional (el máximo tribunal penal del país) había declarado que el encuentro era ilegal. Entre los presentes se encontraba el portavoz del partido Arnaldo Otegi.
Las fuerzas de seguridad utilizaron camiones hidrantes, palos y balas de goma para dispersar a los asistentes del encuentro, mientras que éstos respondieron arrojando botellas y piedras contra los agentes. Varias personas resultaron heridas y al menos tres manifestantes fueron arrestados.
El encuentro había sido convocado bajo el lema "Gora Euskal Herria" (Viva el País Vasco) y para protestar contra la suspensión de actividades de Batasuna, brazo político del grupo terrorista ETA, decretada por el juez Baltasar Garzón el pasado 26 de agosto. Los presentes demandaron la independencia del País Vasco por medio de altavoces.
La policía vasca detuvo la manifestación a los pocos minutos de iniciada y demandó su fin. Como los manifestantes desobedecieron la orden, las fuerzas de seguridad disolvieron la marcha por la fuerza.
La manifestación planteaba una prueba de fuerza entre el gobierno español y el gobierno regional vasco, que se negó a calificar el encuentro de ilegal, tal como había exigido la administración central en Madrid. Sin embargo, la policía regional, que responde al Ejecutivo vasco, fue la encargada de disolver la manifestación.
Luego de la acción policial, los organizadores del encuentro señalaron que la disolución de la manifestación representa "el fin de la democracia" en el País Vasco. Batasuna, además de la suspensión ordenada por Garzón, enfrenta un proceso de ilegalización ante el Tribunal Supremo impulsado por el gobierno. Un dictamen favorable dejaría a Batasuna en una crisis sin precedentes. (DPA)

Partidarios de Batusuna se lanzan al suelo para resistir.