| | Brasil Lula, cómodo líder a 30 días de la elección El candidato del PT ya tiene la primera vuelta virtualmente ganada. El desafío será el ballottage
| Carlos A. De Juana
San Pablo. - Apenas seis meses atrás, el líder en los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, parecía destinado a caer en desgracia. Los expertos políticos estaban seguros que el ex obrero metalúrgico conocido como Lula a secas, vería caer su liderazgo en las encuestas bastante antes de las elecciones del 6 de octubre, cuando intentará por cuarta vez ganar la presidencia. En 1989 Lula llegó a una segunda vuelta, donde cayó ante el ex presidente Fernando Collor de Mello. Y en 1994 y 1998 comenzó liderando los sondeos, para luego perder impulso y ser derrotado por el actual mandatario, Fernando Henrique Cardoso. Pero esta vez, con más astucia política, un marketing experto y una porción de suerte, Lula ha aumentado su distancia en los sondeos faltando poco más de tres semanas para el comicio. "En otras elecciones él estaría comenzado a caer a esta altura" de la campaña, aseguró Carlos Pio, un analista político y profesor de la Universidad de Brasilia. Lula mantiene más de 15 puntos de ventaja frente a sus contrincantes, para rondar un 40% de las intenciones de voto, ayudado por la feroz batalla desatada entre los aspirantes al segundo lugar. *¿En primera vuelta? Hay incluso en estos días ligeras especulaciones acerca de la posibilidad de que Lula pueda ganar en la primera vuelta de las elecciones del 6 de octubre, lo que concretaría si recibe más del 50% de los votos. Pero el escenario más probable es el de una segunda vuelta electoral el 27 de octubre con el segundo más votado. El centroizquierdista ex ministro de Hacienda Ciro Gomes y el favorito de los mercados, José Serra, el candidato oficialista, están en un combate encarnizado para llegar a esa instancia. El liderazgo de Lula en las encuestas desde comienzos de año golpeó los mercados financieros por la preocupación de los inversores. Conducido por el gurú del marketing Duda Mendonça, Lula ha cambiado su ruda imagen de obrero por una cuidada pose de estadista y ha conseguido respaldos impensados. Lejos han quedado los gastados trajes que Lula vestía cuando lideraba protestas en las ensambladoras de automóviles en los años 70. Ahora viste de elegante traje y corbata y parece tan cómodo hablando con banqueros como con sus viejos camaradas de la fábrica de autos Ford en San Pablo. *Aplaudido en la Bolsa. Apenas cinco años atrás, el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula lideró una manifestación frente al edificio de la Bolsa de Valores de San Pablo, en la que se arrojaron piedras contra esa sede. En su visita a la Bolsa en agosto pasado, Lula fue recibido con un cálido aplauso. "Fue como la caída del Muro de Berlín", dijo el presidente de la Bolsa de Valores de San Pablo, Raymundo Magliano Filho. Lula ha recibido apoyo de prominentes figuras conservadoras, como el ex presidente y actual senador José Sarney, un veterano político derechista con un evidente vínculo con la dictadura militar que una vez encarceló a Lula. Incluso, Lula ha guardado su carácter un tanto irritable. Preguntado sobre la feroz batalla entre Gomes y Serra, Lula contestó: "Lulinha no quiere pelear, él quiere paz y amor", hablando de sí mismo en tercera persona y dimininutivo. La hasta ahora fácil campaña de Lula terminará con la primera vuelta, cuando deberá enfrentar una tarea mucho más dura. Una vez que Serra o Gomes estén fuera de la carrera electoral, las fuerzas conservadoras se ubicarán al lado de su rival en la segunda vuelta. Los analistas advierten que en ese momento comenzarán su ataque sobre Lula. "La primera vuelta está terminada a favor de Lula. La segunda vuelta, veremos. Las votaciones de segunda vuelta han sido siempre un desastre para Lula y la izquierda en general", advirtió Vera Chaia, cientista política de la Universidad Católica de San Pablo. (Reuters)
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