| | Mercados: Los problemas de la liberación
| Salvador Di Stéfano
El 1º de octubre se liberarán fondos por 5.000 millones de pesos cuando las entidades financieras pongan a disposición de los ahorristas los plazos fijos que tenían un saldo de hasta 7.000 pesos al 31 de mayo pasado. Este monto actualizado por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) del 37,8% nos da una suma cercana a los 9.646 pesos, ante lo cual muchas entidades ofrecerán a los ahorristas retirar sus fondos desde 10.000 pesos hacia abajo. El dinero estaría disponible en una cuenta L de libre disponibilidad, por lo tanto se encontrarían con los billetes en mano. Con esta medida los ahorristas pueden optar por tres caminos: a) dejar en el banco el dinero recibido realizando un nuevo plazo fijo a tasas del 40% anual; b) tomar esos fondos y comprar bienes (es una buena opción ya que los precios están en niveles similares o menores a los de un año atrás) ó c) salir a comprar dólares, que están a un precio alto, pero es lo único que permite preservar el poder adquisitivo y es de rápida realización. De las tres opciones, según estimaciones de mercado, un 50% compraría dólares, un 30% compraría bienes y un 20% lo dejaría depositado a plazo fijo. Estamos hablando de que se liberarían algo así como 5.000 millones de pesos, que según lo enunciado, 1.000 quedarían en los bancos; 1.500 millones irían al mercado y 2.500 millones a la compra de dólares, lo que al precio actual demandaría 676 millones, mostrando una fuerte caída en las reservas líquidas que se ubican actualmente en torno de los 9.300 millones de dólares. El problema adicional que tiene esta liberación de fondos es que las entidades financieras podrían quedar muy ilíquidas ante este escenario, y en algunos casos deberían recurrir al Banco Central para que las asista . Otro causa de suba del dólar es que las entidades financieras no tendrán liquidez para adquirirle al Central las letras que licita semanalmente, con lo cual el Estado en principio se quedaría sin financiamiento. Pero podría agravarse la situación si los bancos salen a vender o no renuevan las letras en stock ante la necesidad de fondos. En este caso, el Central tendrá que pagar las letras que vencen y tiene dos caminos emitiendo o vendiendo dólares, en ambos casos el precio del tipo de cambio será a la suba. Estas son las conclusiones: * La liberación del primer tramo del corralito llevará a una mayor demanda de pesos de la población, que se transformara rápidamente en una mayor demanda de dólares. * Las entidades financieras para retener a los ahorristas saldrán a ofrecer altas tasas de interés, lo que tendrá consecuencias negativas sobre la actividad económica. * El Estado se quedará sin el financiamiento que hasta ahora tenía y posiblemente tenga que devolver fondos. Esto lo hará vía emisión y venta de dólares. * La gran incógnita es si sólo un 50% de los ahorristas se volcará al dólar. Si es así tendríamos que pensar en un tipo de cambio apenas un escalón más arriba que el actual, en caso contrario, tanta cantidad de fondos operando en un período de tiempo tan corto podría provocar mayores fluctuaciones que las esperadas.
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