Este año la mayor celebración religiosa de Salta es muy especial, ya que se cumplen cien años de la coronación de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, ocurrida en Salta en septiembre de 1902 durante la primera reunión de los obispos argentinos, luego del Concilio Plenario Latinoamericano de Roma.
El Milagro es una de las celebraciones religiosas más antiguas y convocantes del país, y tanto para los salteños como para todos los peregrinos significa renovar el pacto de fe con el Señor y la Virgen del Milagro, patronos tutelares de Salta.
Pero la historia de esta festividad comenzó con la fundación misma de la ciudad, en abril de 1592, cuando fray Francisco de Victoria, obispo del Tucumán, oficiaba misas y llevaba la palabra de Dios a conquistadores y conquistados, en su paso hacia Lima.
En España el obispo hizo tallar con hábiles artesanos una imagen de Jesús Crucificado y otra de Nuestra Señora del Rosario, enviando una a la iglesia matriz de Salta y otra a Córdoba.
Pero hacia fines de ese mismo año, un grupo de gente divisó, desde el puerto del Callao, en Perú, dos cajones flotando sobre las aguas, en los que encontraron las dos imágenes. Poco después fueron trasladados a los destinos previstos por fray Francisco.
Temblores y adoración
El Cristo permaneció cien años olvidado en la iglesia matriz de la ciudad, junto a la imagen de una virgen María y de otros santos, hasta que en 1692 fuertes temblores sacudieron gran parte de la actual provincia de Salta.
La tradición dice que el padre José Carrión decidió sacar la imagen del Cristo y pasearla por las calles, para que la gente le implorara que cesarán los movimientos de la tierra, que de inmediato se aquietaron, mientras que la ciudad de Esteco, que está a 200 kilómetros, quedó destruida y sepultada.
Un sacristán y vecino de la época, Pedro de Montenegro, contó que la gente entró al templo luego de los temblores y encontró que la imagen de la Virgen María seguía intacta, a los pies del altar, con la cara vuelta hacia el sagrario y con expresión de angustia y súplica, en tanto que las demás imágenes habían rodado por el suelo y estaban rotas.
Esto marcó el inicio de la veneración a las imágenes, que pasaron a ser el Señor y la Virgen del Milagro, y luego se convirtieron en los patronos tutelares de Salta.
Procesión multitudinaria
El año pasado fueron cerca de 300 mil los fieles que participaron de la procesión, muchos de los cuales llegaron caminando desde alejadas localidades salteñas como Cachi, San Carlos, Iruya, San Antonio de los Cobres y Guachipas, y muchos otros vinieron desde provincias y países vecinos.
Desde el viernes pasado se realiza la tradicional novena en honor al Señor y la Virgen del Milagro.
Hoy las imágenes de la Virgen y el Señor de los Milagros, rodeadas de claveles blancos y rojos, respectivamente, saldrán una vez más a la calle y renovarán el pacto de fe que mantienen con el pueblo, en el marco de una espectacular procesión.
Tañidos de campanas, pétalos de flores que caen desde lo alto de la catedral, pañuelos blancos que se agitan, una tradicional sirena que marca el fin de la procesión y lágrimas de emoción son parte, este día, del paisaje de la bella ciudad de Salta.
La Ciudad
