cartas

El arte de gobernar

El señor presidente de la República Argentina, Eduardo Duhalde, ha llamado a elecciones para presidente y vicepresidente de la Nación para marzo de 2003. En mi simple condición de ciudadano de este país, les sugiero a quienes sean candidatos a que retrocedan en la historia y lean el discurso del general Juan Domingo Perón del 21 de octubre de 1946, donde explicaba ante el Congreso de la Nación su plan de gobierno. Decía: "Si gobernar es un arte, ya que se presupone creación, ha de tener su teoría, como todas las artes, y ha de tener también su doctrina. La teoría esta formada por grandes principios de gobierno, de enunciación quizás conocida, pero de aplicación absolutamente variable de acuerdo con los numerosos e infinitos casos concretos que la vida de un país va presentando a lo largo de su marcha. Esa teoría es la parte inerte del arte, la parte vital es el artista, que en este caso es el gobernante. A él corresponde hacer la creación y la aplicación de los principios del arte. La doctrina es el sentido y el sentimiento colectivo que ha de inculcarse en el pueblo, mediante la cual se llega a la unidad de acción en las realizaciones y soluciones. Lo importante es, sin embargo, poner en absoluta congruencia y armonía estos tres actores fundamentales del arte de gobernar: el conductor de la Nación, la teoría estatal en su ejecución y la doctrina de acción del pueblo. Conseguido eso, se obtiene una completa racionalización y armonía que el éxito impone como factor esencial". Tomando esas sabias palabras, quien sea el artista que a partir de marzo del 2003 sea el conductor de la Nación, que lo haga con legítimo orgullo porque trabajando todos juntos refundaremos una nueva Argentina justa, libre y soberana.
Jesús Héctor Ferreri